El Movimiento Cristiano Liberación (MCL), organización fundada por el fallecido opositor cubano Oswaldo Payá, solicitó a la comunidad internacional cortar vínculos con el régimen cubano para acelerar su caída.
“Consideramos que la comunidad internacional debe responder enérgicamente ante la represión desatada por el régimen cubano. Por eso es necesario una fuerte condena pública de la dictadura”, declaró el MCL en un comunicado que divulgó este 27 de julio en sus redes sociales.
El MCL añadió que, aunque las declaraciones de condena son necesarias, "no son suficientes para hacerle saber a la junta militar en el poder en Cuba que la comunidad internacional no va a tolerar la impunidad”.
Por ello pidió once “medidas concretas de aislamiento internacional, como las implantadas al (extinto) régimen del ‘apartheid’ de Sudáfrica”.
Entre ellas, que se decrete un embargo internacional de armas y equipamiento represivo a Cuba, se desestimule la inversión extranjera y el turismo internacional y no se otorguen líneas de créditos al régimen cubano.
En la declaración, firmada por el Dr. Eduardo Cardet, coordinador nacional de movimiento; Antonio Díaz Sánchez, secretario general, y Regis Iglesias, portavoz, el MCL demandó, además, la celebración de elecciones libres y plurales en la isla.
La organización, de corte demócrata-cristiano, propuso también investigar y condenar a Cuba en el marco del Consejo de Derechos Humanos de la ONU por sus violaciones durante la semana de protesta que comenzó el 11 de julio.
“El objetivo de esta campaña es apoyar solidariamente todos los esfuerzos del pueblo por lograr la liberación de todos los detenidos por las manifestaciones pacíficas y de todos los presos políticos y de conciencia, y la realización de elecciones libres y plurales, en un ambiente de libertad plena”, aclaró un documento anterior, que el MCL compartió con ADN Cuba como anticipo de esta campaña.
El MCL surgió hace 32 años alrededor de la figura de Oswaldo Payá, laico católico y figura descollante de la disidencia cubana hasta su muerte —en circunstancias oscuras— el 22 de julio de 2012.
En su momento, La Habana aseguró que Payá murió en un accidente de tránsito y que sus agentes, que perseguían y mantenían bajo vigilancia el auto donde el laico viajaba junto al joven Harold Cepero, no tenían responsabilidad en el suceso.
El MCL y líderes opositores, entre ellos su hija, la activista Rosa María Payá, aseguran que el gobierno cubano es responsable de la tragedia.
Las protestas a las que se refiere el documento comenzaron el 11 de julio en San Antonio de los Baños, provincia Artemisa (occidente) y se extendieron por más de 60 localidades del país.
Hasta el momento, la ONG Cubalex, que da asesoría legal a defensores de derechos humanos, ya suma en su listado más de 600 detenidos y desaparecidos durante las protestas.
El gobierno cubano solo ha reconocido la muerte de una persona, Diubis Laurencio Tejeda, de 36 años y residente en el municipio de Arroyo Naranjo, de quien la nota oficial no da las causas del deceso.
