Nicaragua impide la entrada al periodista independiente Yoel Acosta y a su esposa

 Le niegan entrada a Nicaragua al periodista independiente y exiliado político Yoel Acosta Gámez, junto a su esposa Alissana Lores.

Ambos planeaban viajar desde Uruguay a Nicaragua como parte de su travesía hacia Estados Unidos. Esta decisión ha sido denunciada por Acosta Gámez como una maniobra coordinada entre los gobiernos de Nicaragua y Cuba.

Hace tres meses, Acosta Gámez y Lores compraron boletos de avión a través de la aerolínea Copa, con la esperanza de iniciar su viaje hacia México y, eventualmente, llegar a Estados Unidos. Sin embargo, la víspera de su partida, recibieron un correo electrónico de la Dirección General de Migración y Extranjería de Nicaragua notificándoles que se les negaba la entrada al país.

“Nos avisaron a las 6 de la tarde, justo un día antes de nuestro vuelo, que no podíamos entrar a Nicaragua”, explicó Acosta Gámez en una entrevista con Cubanet. Este impedimento no solo truncó sus planes de viaje, sino que también resultó en la pérdida económica significativa, ya que la pareja había vendido todas sus pertenencias para financiar el trayecto.

Yoel Acosta Gámez se vio obligado a exiliarse en junio de 2023, partiendo inicialmente hacia Guyana debido a las repetidas amenazas y la represión de la Seguridad del Estado cubano. Posteriormente, llegó a Uruguay, donde intentó recomenzar su vida junto a su familia. Sin embargo, la represión continuó alcanzándolo incluso en el extranjero.

“El régimen de Nicaragua nos denegó la entrada al país, todo esto en coordinación con el régimen comunista cubano”, denunció Acosta Gámez.

Acosta Gámez lamentó la pérdida de los boletos y el dinero invertido, calificando la situación como una clara violación de derechos humanos. “Perdimos todo lo que habíamos adquirido. Habíamos vendido todo para poder realizar este viaje y nos quedamos sin absolutamente nada”, afirmó.

Como periodista y activista de derechos humanos en Baracoa, Acosta Gámez había sido un constante objetivo de las autoridades cubanas debido a su trabajo. Las amenazas de prisión y la represión sistemática lo obligaron a tomar la decisión de emigrar, dejando atrás a su esposa e hijos inicialmente.