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Presidente de Prisoners Defenders: "la libertad del pueblo cubano es el final del camino"

“Las incompetencias absolutas de ese régimen y hacer pagar al pueblo por la mala gestión del sistema, lo que está haciendo es incluso empeorar la situación".

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Denuncian la represión del castrismo
ADN Cuba | Javier Larrondo

Actualizado: Mon, 03/18/2024 - 14:55

Javier Larrondo, presidente y fundador de Prisoners Defenders, dialogó con Nitsy Grau Crespo, de ADN Cuba, hace apenas unos días, y hoy, ante las protestas que se han venido dando en Cuba, sus palabras alcanzan un gran significado.

Prisoners Defenders, ha desarrollado en una gran labor en el caso de Cuba, haciendo relatorías de los derechos humanos haciendo al mismo tiempo acción jurídica haciendo un estudio de “la legislación y los casos” de las violaciones de los derechos humanos de la dictadura cubana.

Larrondo explica cómo el régimen castrista intenta imponer contra la disidencia política la “narrativa del delito común”, para tratar de ocultar la persecución política, algo que ha sido muy evidente después de las protestas multitudinarias del 11 de julio.

Para Larrondo, el castrismo es fascismo que discrimina a determinados sectores de la población. Para él comunismo y fascismo es exactamente lo mismo, como los mismos patrones de discriminación.

“Las incompetencias absolutas de ese régimen y hacer pagar al pueblo por la mala gestión del sistema, lo que está haciendo es incluso empeorar la situación. No sólo son represores sino también son unos incompetentes, que es lo que piensa el pueblo”, asegura de manera categórica Larrondo.

Una incompetencia que va más allá de la represión de todas las libertades, sino que se refleja en el hambre y la miseria manifiesta en la sociedad cubana, que ha salido a relucir en las manifestaciones de este 17 de marzo al grito de ¡Patria y Vida! ¡Corriente y Comida!

“Además de represores incompetentes, no vemos esperanza”, dice el activista de los derechos humanos. Y esa desesperanza es la que lleva al pueblo a tomar las calles en los últimos tiempos con justos reclamos, impulsados por el derrumbe absoluto de la economía y la incapacidad del régimen para abastecer a la población e las necesidades más básicas, como luz, agua y comida. “Esa es la característica que ha dejado marcada la realidad sociopolítica del pueblo cubano en este momento. Y que para el régimen es un gran lastre”, puntualiza Larrondo.

Larrondo asegura que, hasta este mes de marzo, según el último estudio de su organización, el régimen cubano tenía en las ergástulas a 1066 prisioneros políticos, aunque asegura que la cifra va en aumento, a pesar de que el régimen intenta bajar la cifra sin poder lograrlo.

Larrondo también cree que a la cifra que logran recopilar anualmente, se les escapan en 30 y 40 presos que no logran contabilizar.

Para Larrondo, el gran desafío de su organización es “la libertad del pueblo cubano es el final del camino y no nos vamos a conformar con menos”.

Javier Larrondo, presidente y fundador de Prisoners Defenders, dialogó con Nitsy Grau Crespo, de ADN Cuba, hace apenas unos días, y hoy, ante las protestas que se han venido dando en Cuba, sus palabras alcanzan un gran significado.

Prisoners Defenders, ha desarrollado en una gran labor en el caso de Cuba, haciendo relatorías de los derechos humanos haciendo al mismo tiempo acción jurídica haciendo un estudio de “la legislación y los casos” de las violaciones de los derechos humanos de la dictadura cubana.

Larrondo explica cómo el régimen castrista intenta imponer contra la disidencia política la “narrativa del delito común”, para tratar de ocultar la persecución política, algo que ha sido muy evidente después de las protestas multitudinarias del 11 de julio.

Para Larrondo, el castrismo es fascismo que discrimina a determinados sectores de la población. Para él comunismo y fascismo es exactamente lo mismo, como los mismos patrones de discriminación.

“Las incompetencias absolutas de ese régimen y hacer pagar al pueblo por la mala gestión del sistema, lo que está haciendo es incluso empeorar la situación. No sólo son represores sino también son unos incompetentes, que es lo que piensa el pueblo”, asegura de manera categórica Larrondo.

 

Una incompetencia que va más allá de la represión de todas las libertades, sino que se refleja en el hambre y la miseria manifiesta en la sociedad cubana, que ha salido a relucir en las manifestaciones de este 17 de marzo al grito de ¡Patria y Vida! ¡Corriente y Comida!

“Además de represores incompetentes, no vemos esperanza”, dice el activista de los derechos humanos. Y esa desesperanza es la que lleva al pueblo a tomar las calles en los últimos tiempos con justos reclamos, impulsados por el derrumbe absoluto de la economía y la incapacidad del régimen para abastecer a la población e las necesidades más básicas, como luz, agua y comida. “Esa es la característica que ha dejado marcada la realidad sociopolítica del pueblo cubano en este momento. Y que para el régimen es un gran lastre”, puntualiza Larrondo.

Larrondo asegura que, hasta este mes de marzo, según el último estudio de su organización, el régimen cubano tenía en las ergástulas a 1066 prisioneros políticos, aunque asegura que la cifra va en aumento, a pesar de que el régimen intenta bajar la cifra sin poder lograrlo.

Larrondo también cree que a la cifra que logran recopilar anualmente, se les escapan en 30 y 40 presos que no logran contabilizar.

Para Larrondo, el gran desafío de su organización es “la libertad del pueblo cubano es el final del camino y no nos vamos a conformar con menos”.