“El mismo peloteo de siempre”: madres cubanas sobreviven en difíciles condiciones, abandonadas por autoridades
Yamelin Pedroso Sánchez, una madre cubana residente en el municipio Marianao, de La Habana, denuncia las precarias condiciones en que vive y la desatención oficial al respecto
Actualizado: February 3, 2023 6:36pm
Yamelin Pedroso Sánchez, una madre cubana residente en el municipio Marianao, de La Habana, denuncia las precarias condiciones en que vive con su familia, así como la desatención de las autoridades al respecto.
La joven de 34 años, madre de tres niñas, convive con su hermana Daice Cristina Pedroso Sánchez (27), quien a su vez tiene otros tres hijos. Ambas residen en la Calle 57 # 9213, entre 92 y 92b, Redención, en el reparto Pogolotti.
Según comunicó Yamelin a ADN Cuba, desde 2012 su vivienda “presenta problemas con las aguas albañales”, por lo que en varias ocasiones la empresa estatal de Servicios Comunales ha enviado un camión cisterna al lugar.
“Pero la última vez que fueron nos querían cobrar 40 dólares por su trabajo, y no pagamos. Cuando sucedió aquello, eran tres casas las afectadas; ya no, porque los demás tienen sus posibilidades [económicas] e hicieron su aliviadero personal”, declara Yamelin.
La joven, exempleada del hospital pediátrico de Marianao, contó durante un tiempo con la colaboración de una trabajadora social del centro hospitalario, que la ayudó a redactar cartas “para que las entregara a las autoridades a ver si me ayudaban en eso [de las aguas albañales], por lo menos”.
Sin embargo, afirma Pedroso, nunca obtuvo lo que pedía. “Después de eso me he presentado en el Partido [Comunista municipal] varias veces y me han dicho que me ayudarán, que espere respuesta, pero no pasa nada: es el mismo peloteo de siempre”.
La joven madre asegura que también ha presentado su caso en el Gobierno municipal, “porque al pasar de los años mi casa se ha deteriorado más, y ya tengo tres niñas y mi hermana también”.
Las jóvenes enfrentan un problema adicional, según el testimonio de Yamelin: “Tenemos un hermano de 36 años con problemas de alcohol que duerme en la sala de la casa y amanece desnudo con su borrachera, se molesta con los niños, es grosero con ellos y los maltrata de palabra”, dice.
Además, la hija mayor de la entrevistada, de 11 años, “es huérfana de padre y no me quisieron dar una chequera por ella”.
En medio de esta grave situación familiar, para Yamelin es imposible acometer de manera privada las múltiples reparaciones que necesita su vivienda, a la que le falta el techo del portal y tiene moho en las paredes del frente.
“En la sala está la cuna [de los niños] y la camita de mi hermano. No tenemos muebles para sentarnos por un brote de chinches que hubo. Nos fumigaron dos veces: el primer fumigador nos cobraba y el segundo fue una sola vez”.
Además, no ha podido terminar un entrepiso, conocido popularmente como “barbacoa”, por lo que lo tiene apuntalado, con peligro de que se derrumbe sobre sus cabezas.
La enumeración de las precariedades que padece esta familia es interminable. También “se moja todo el comedor, la cocina, el fregadero no sirve y por ahí descarga el baño, la meseta [de la cocina] se está cayendo a pedazos y también el techo”.
Yamelin explica que “el agua sucia que descarga el baño cae para dentro de la casa (…) y los vecinos se quejan por la fetidez. En el patio hay una mata de mango cuyas raíces obstruyen las instalaciones de las aguas albañales, las tienen desbaratadas (partidas), y dos registros pluviales a los costados de la mata de mango están llenos de heces fecales, desbordados”.
La insalubridad afecta a los hijos de las hermanas Pedroso Sánchez. “Nuestros niños son alérgicos y asmáticos, casi siempre están enfermos, no salen de un hospital para entrar en otro”, lamenta Yamelin, quien proporcionó a ADN Cuba imágenes que atestiguan las secuelas dejadas por infecciones cutáneas en los pequeños y sus madres.
“Lo único que solicitamos”, dice la joven “es la vivienda para madres con tres hijos que le corresponde a cada una”. Se refiere a un programa gubernamental con el que se prometió dar casas dignas a núcleos familiares con esas características.
Sin embargo, generalmente las autoridades cubanas incumplen su plan de construcción de viviendas para madres de tres o más hijos, como ocurrió durante el primer semestre de 2022. Según cifras oficiales presentadas entonces en la Asamblea Nacional del Poder Popular, en ese periodo solo se materializaron 823 unidades, un 20 % de las 4 166 viviendas planificadas.
“Bienestar Social nos ha hecho llenar una encuesta de todo lo que no tenemos, pero no nos han ayudado en nada”, afirma Yamelin Pedroso.
“Desde finales de noviembre solicitamos por segunda vez una cita con la Intendente [de Marianao, Yamira Lamadrid Pérez] quien, según las personas de la Dirección Municipal de Vivienda, es la que nos debe aprobar la casa o local para madre con tres hijos, pero todavía no hemos podido verle la cara”.
Las hermanas Pedroso Sánchez no son las únicas en denunciar el abandono de las autoridades en ese municipio habanero. A finales de enero, Jessica Villalón Fonseca, madre de dos niñas, pidió ayuda para su familia ante la grave situación sanitaria y de vivienda que sufre, sin haber sido atendida por el gobierno local, según denunció a ADN Cuba.
Su familia, contó Villalón, vive en Marianao (calle 71 #13632, entre 136 y 138), en “la escalera” del barrio Los Pocitos, un lugar aledaño al río. La joven afirma que su casa “se está cayendo” y que “todo el personal de [la Dirección Municipal de] Vivienda sabe eso”.
De acuerdo con su testimonio, la familia vive “hace muchos años en este lugar pegado al río, con piso de tierra y paredes improvisadas. Mi casa se está cayendo (…) y nadie nos quiere ayudar”. Incluso, la joven afirma haber enviado mensajes por SMS a la Intendente del gobierno local, “pero no me hace caso”.