Obispos cubanos exponen la crisis cubana en reunión con el Papa
El Papa Francisco recibió, el pasado 16 de septiembre, a la presidencia de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
Actualizado: Thu, 09/19/2024 - 07:58
El Papa Francisco recibió, el pasado 16 de septiembre, a la presidencia de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.
Asistieron a la audiencia de 45 minutos Mons. Emilio Aranguren Echeverría, obispo de Holguín y presidente de la Conferencia Episcopal de Cuba; Mons. Marcelo Arturo González Amador, obispo de Santa Clara y vicepresidente; y Mons. Juan de Dios Hernández Ruiz, obispo de Pinar del Rio y secretario general, informó ADN Celam.
Los obispos informaron sobre la escasez y el alto costo de productos básicos que afectan al pueblo y a la Iglesia.
También se discutió el bajo índice de vocaciones sacerdotales y la disminución de sacerdotes y diáconos cubanos debido a la emigración.
Otros puntos tratados incluyeron el cierre de comunidades religiosas en algunas diócesis y las dificultades para atender pastoralmente a comunidades rurales por la falta de combustible y el mal estado de los vehículos.
Recientemente, a Iglesia Católica en Cuba pidió ayuda porque enfrenta serias dificultades para continuar con su labor pastoral debido a la crisis económica y la escasez de bienes esenciales en el país.
Emilio Aranguren, obispo de Holguín, destacó que la situación actual es la peor que ha vivido en su extensa carrera pastoral, incluso peor que durante el "periodo especial" de los años 90.
Los cortes de luz, la falta de combustible y la escasez de medicamentos y otros bienes básicos están afectando gravemente las actividades de la Iglesia en la isla, informó EFE.
El obispo Aranguren resaltó que la situación es especialmente crítica en lo que respecta a los medicamentos.
En respuesta a esta crisis, la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) amzó una campaña en España denominada "La Iglesia en Cuba, donde nada es imposible".
El objetivo de esta campaña es recaudar fondos para apoyar a los sacerdotes y religiosos en su supervivencia y proporcionar los recursos materiales necesarios para que puedan continuar con su labor pastoral y de evangelización en Cuba.