Cuba recibe ayuda caritativa con donación de leche en polvo para niños

 La incompetencia de la dictadura cubana para satisfacer las necesidades más elementales de los cubanos los sume cada vez más en la mendicidad y la dependencia de lo que les regalan gobiernos y organizaciones de caridad de otros países.

En esta ocasión, la llamada Cuba Coopération France (CubaCoop), una organización fundada en 1995 con el supuesto  objetivo de impulsar la colaboración bilateral descentralizada entre ambas naciones, ha anunciado el envío de un contenedor cargado de leche en polvo destinada a los niños más vulnerables de la isla caribeña.

Según publica la agencia oficialista del castrismo Prensa Latina, este envío es parte de una campaña que ha recaudado 45 mil euros. Y se espera que se haga un segundo envío de leche en polvo.

Según Prensa Latina, el dinero es recaudado por ciudadanos, autoridades locales, empresas públicas y privadas, fundaciones, sindicatos, fuerzas políticas y asociaciones de solidaridad en Francia, que buscan "tender una mano amiga a una nación que enfrenta desafíos sin precedentes".

El castrismo justifica la necesidad de este tipo de caridades en lo que ellos llaman bloqueo, que es el instrumento de justificación política usado durante décadas para culpar a Estados Unidos de todas las desgracias que sufren los cubanos.

“La expectativa con este primer envío de leche en polvo es que pueda distribuirse a finales de mayo en la nación antillana, destinada a los sectores más vulnerables de la población, en particular los niños”, dijo CubaCoop. Pero si esta entrega se hace a través de la red de distribución del régimen, nada garantiza que la ayuda llegue a los necesitados. El régimen castrista tiene una larga tradición de vender las ayudas o solo distrubuirlas de manera limitada.

La crisis alimentaria cubana se ha instalado en la vida diaria de millones de personas. Mientras, la ineptitud del régimen de Miguel Díaz-Canel intenta paliar la situación con donativos provenientes de países aliados u organizaciones afines.

Precisamente, uno de los productos más afectados por el desastre económico de la isla es la leche, un alimento esencial cuya escasez se ha vuelto alarmante. La propia Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) ha elaborado una tabla comparativa que revela la cruda realidad: la producción de leche fresca ha caído en picada desde el año 2017, hasta situarse, incluso, por debajo de los niveles alcanzados durante el llamado "período especial" de los años 90.

Ante esta situación desesperada, los cubanos han tenido que recurrir a estrategias de supervivencia que desafían la lógica y la dignidad humanas. Desde largas filas para adquirir raciones limitadas hasta el trueque de bienes y servicios, la escasez se ha convertido en la norma del país. 

Organizaciones como Cuba Cooperation France (CubaCoop) han lanzado campañas de recaudación de fondos para enviar contenedores cargados de leche en polvo destinada a los sectores más vulnerables, especialmente los niños.

Pero más allá de los donativos, la crisis alimentaria cubana exige soluciones estructurales que el modelo comunista ha demostrado ser incapaz de implementar.