Operativo policial deja 3,300 arrestos en una semana: corrupción de alto nivel, tráfico de drogas y cierres de negocios

Las autoridades cubanas anunciaron el inicio de un operativo este 2 de diciembre, el cual ha conducido a más de 3 300 detenciones como parte del "Ejercicio Nacional de Prevención y Enfrentamiento a las actividades delictivas, conductas antisociales, la corrupción, las ilegalidades, las indisciplinas sociales y otros fenómenos nocivos".  

Según la coronel Deniset González, jefa de información de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), este operativo ha derivado en múltiples procesos penales y sanciones administrativas. Entre las cifras más significativas, se reporta que 50 personas, entre trabajadores y propietarios del sector no estatal, enfrentan procesos por violaciones de precios; se han impuesto más de 900 multas por el mismo motivo; y se han ejecutado 680 cierres temporales de negocios, junto con la imposición de 313 038 multas por un valor acumulado de 814 millones de pesos.

Las autoridades también reconocieron haber desarticulado redes vinculadas al tráfico de drogas en escuelas, así como más de 100 casos relacionados con el hurto y la receptación de ganado mayor. Estos esfuerzos buscan, según el discurso oficial, garantizar la "seguridad y la disciplina social" en un país donde la crisis económica ha exacerbado el mercado negro y la corrupción.

El operativo no se limita al control de precios y actividades comerciales. Las autoridades también han intensificado el monitoreo de grupos juveniles y de reclusos que gozan de permisos temporales. Sin embargo, este despliegue ocurre en un contexto de deterioro económico que dificulta la implementación de soluciones estructurales.

En noviembre pasado, el gobierno cubano reportó más de 600 millones de pesos en multas impuestas desde julio de 2023, como parte de un paquete de medidas destinadas a "corregir distorsiones" en el sector privado. Estas acciones han generado tensiones con los emprendedores, quienes enfrentan un entorno cada vez más restrictivo y una inflación galopante que impacta tanto a consumidores como a pequeños negocios.

Otro de los ejes de esta cruzada es la lucha contra la corrupción. De acuerdo con González, varios casos de corrupción grave están siendo gestionados directamente por la dirección del país, en un intento por enviar un mensaje de "tolerancia cero" a quienes aprovechan el caos económico para enriquecerse ilícitamente.

Si bien el gobierno cubano presenta estos operativos como una respuesta firme a los problemas que aquejan al país, críticos y ciudadanos advierten que las medidas podrían responder más a un intento de control social que a una verdadera reforma estructural.