Madre de presa política Yunaikis Linares Rodríguez teme que su hija atente contra su vida
Niurka Rodríguez García es la madre de la presa política cubana Yunaiki de la Caridad Linares Rodríguez, sentenciada a 8 de prisión.
Actualizado: November 14, 2024 4:39pm
Niurka Rodríguez García la madre de la presa política cubana Yunaikis de la Caridad Linares Rodríguez, sentenciada a 8 de prisión, en la Prisión de Mujeres de Occidente, conocida como El Guatao, por participar en las protestas antigubernamentales que tuvieron lugar en Cuba el 11 y el 12 de julio de 2021, ha denunciado, a través de mensajes de audios enviados a ADN Cuba, de la difícil situación en la que se encuentra su hija, quien ha sido encerrada en una celda de castigo.
Rodríguez describe el sufrimiento de su hija, quien permanece desde hace días en una celda de castigo. Según la madre, Yunaikis, que fue cambiada de celda y puesta junto a otra reclusa con la que ya había tenido conflictos, solicitó a las autoridades que la movieran de cubículo para evitar confrontaciones. Al no recibir respuesta a su petición, Yunaikis tomó la decisión de intentar salir de la prisión en busca de la directora, en un acto desesperado para obtener una respuesta. Su madre explica que este intento de hacerse escuchar fue castigado duramente, pues la directora de la prisión, Edemira Pedroso, ordenó su traslado inmediato a una celda de aislamiento.
"Mi hija se encuentra en una celda de castigo plantada y dice que si no la sacan de ahí se iba a cortar. Mi preocupación es que intente contra su vida, que intente contra su vida, ÿ ya lleva ya tres días en una celda de castigo".
Rodríguez expresó su profundo temor por el estado mental y físico de su hija: “Si no la sacan de ahí, se va a cortar”, dijo, temiendo por un desenlace fatal debido al estado de desesperación de Yunaikis. La madre, que se encuentra bajo una carga de responsabilidades familiares y emocionales aplastante, confesó: "Es un abuso ya lo que están haciendo con nuestros hijos es un abuso, ya no aguanto más".
Yunarki de la Caridad Linares Rodríguez no solo enfrenta condiciones de aislamiento, sino también una salud frágil que requiere tratamiento y cuidado constante. Padece de hipotiroidismo, gastritis, asma crónica y vitiligo, condiciones médicas que demandan una atención y medicamentos que en muchos casos no se encuentran en las prisiones cubanas. Su madre teme que el castigo en la celda de aislamiento esté empeorando su salud.
Rodríguez solicita ayuda: "Ya no sé qué más puedo hacer", dijo "Tengo dos niños pequeños, un adolescente, mi madre enferma y mi hija presa". Su testimonio es un reflejo de la situación que enfrentan muchas familias cubanas afectadas por la persecución política. Su mensaje termina con las palabras “Patria, vida y libertad”, que se ha convertido en el grito simbólico de la oposición en Cuba, tras los sucesos del 11 julio.
Su madre cree que las autoridades del penal quieren regresarla al régimen de máxima severidad o sumarle una causa a su sentencia.
Linares Rodríguez estaba saliendo de pase en los últimos meses. "En esos breves días intenta sanar un poco el horror que ha vivido, y también recuperarse en lo posible de sus padecimientos médicos, entre ellos el asma y las tiroides. Son los únicos momentos de alivio que tiene y si los pierde su salud física y emocional se quebrará nuevamente", comentó Anameli Ramos en la red social X.
URGENTE‼️
— Anamely Ramos González (@AnamelyRamos) November 13, 2024
Yunaikis Lianares fue llevada hoy a celda de castigo en la Prisión de Mujeres del Guatao en La Habana.
Quieren devolverla al régimen de máxima severidad o sumarle una causa a su sentencia. Su madre está desesperada. Yunaiki ha vivido todo tipo de abusos en la carcel. pic.twitter.com/atdTlZX04j
La joven tenía 24 años cuando fue encarcelada, y fue concenada a 14 años de prisión por el delito de sedición. Luego de apelar el rebajaron la sentencia a ocho años.
En Cuba "hay un total de 1.113 prisioneros políticos y de conciencia sufriendo condenas judiciales o disposiciones de limitación de libertad", según el más reciente informe de ONG Prisoners Defenders.