CIDH destaca violaciones sistemáticas a los derechos humanos en Cuba

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ha emitido un informe que denuncia "violaciones graves" a los elementos fundamentales y a las instituciones de la democracia representativa en la isla, según dio a conocer Martí Noticias.

El organismo autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA) fundamentó su decisión en tres razones estructurales: la continuidad de un modelo político de partido único, la concentración de facultades y poderes para la conducción de los asuntos públicos y la subordinación de la administración de justicia al poder político.

Al evaluar la situación de los derechos humanos en Cuba, la CIDH decidió incorporar al país en el capítulo IV-B de su informe anual, una medida sin precedentes que refleja la profunda preocupación de la comunidad internacional por el deterioro de las libertades fundamentales bajo el régimen castrista.

"Aunque la ley permita la libre participación política de las personas ciudadanas, el Partido Comunista seguiría regulando, controlando y dirigiendo los procesos electorales", advirtió la Comisión, poniendo en tela de juicio la legitimidad de los comicios cubanos.

Pero las denuncias no se detienen ahí. El informe señala que defensores de los derechos humanos, activistas, periodistas y líderes sociales enfrentan "persistentemente actos de hostigamiento, vulneraciones arbitrarias al derecho a la libre circulación, la libertad, seguridad e integridad personal".

Según el documento, las autoridades del Estado continúan realizando detenciones arbitrarias y aplicando multas con el fin de obstruir las actividades de estos grupos o disuadirlos de su labor.

"En Cuba, no existen las condiciones mínimas necesarias para garantizar la defensa de los derechos humanos. Por el contrario, se observa que estas actividades se desarrollan bajo un ambiente hostil, que se caracteriza por actos de intimidación y hostigamientos por parte de autoridades estatales y la sujeción a procesos penales injustificados", denunció la CIDH.

La situación de los presos políticos en las cárceles cubanas también fue objeto de profunda preocupación. Ante la falta de datos oficiales actualizados, la elevada tasa de encarcelamiento y las deplorables condiciones de detención, el organismo reiteró su inquietud por el empleo de prácticas de tortura y malos tratos contra estos reclusos.

Asimismo, la Comisión mostró su alarma por los "hechos de acoso, intimidación y persecución" que sufren los defensores de derechos humanos en Cuba, así como por los desafíos adicionales que enfrentan los que se encuentran privados de libertad.

La CIDH urgió a adoptar medidas efectivas para garantizar y proteger a los defensores de derechos humanos, activistas, periodistas y líderes sociales, así como a abstenerse de realizar acciones que interfieran arbitrariamente en el ejercicio de los derechos humanos relacionados con el espacio cívico.

Aunque el informe reconoció los impactos negativos del embargo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba, dejó en claro que esto no exime al gobierno "de cumplir con sus obligaciones internacionales, ni lo excusa por las violaciones a la Declaración Americana de los Derechos Humanos".

En un gesto de apertura al diálogo, la CIDH reiteró su interés en realizar una visita a la isla para iniciar el acercamiento con el Estado y brindar apoyo técnico en materia de derechos humanos, con el fin de promover el respeto y la garantía de las libertades fundamentales.