Del acueducto de Albear a una red hidráulica colapsada

Un día como hoy, pero de 1893, se inauguraba en La Habana el acueducto de Albear. El proyecto fue concebido por el coronel de Infantería y comandante del Real Cuerpo de Ingenieros Francisco de Albear y Fernández de Lara. Para La Habana del siglo XIX, el acueducto de Albear fue un símbolo de modernidad y progreso. La obra está considerada una de las maravillas de la ingeniería civil de la isla.

Francisco de Albear ideó un acueducto para una ciudad de 100 mil habitantes. Anteriormente para abastecerse de agua potable los pobladores contaban con el suministro de la Zanja Real y con el Acueducto de Fernando VII, que se terminó en 1835. 

El proyecto planeó conducir agua desde los manantiales de Vento, situados a unos 30 kilómetros de distancia, hasta La Habana mediante una red de tuberías y canales. 

Según expertos, "el acueducto de Albear fue una obra de ingeniería pionera en su época. Su sistema basado en gravedad permitió que el agua fluyera cuesta abajo desde Vento hasta La Habana, y eliminó por tanto la necesidad de complejos mecanismos de bombeo. Este enfoque innovador minimizó los requisitos energéticos, maximizó la eficiencia y aseguró un suministro constante de agua a la ciudad".

El acueducto está conformado por dos estanques cuadrados que miden 70 metros de cada lado y 6 metros de profundidad. Inicialmente la red de distribución abarcaba 93.5 km. Su construcción tardó 35 años, de 1858 a 1893. Francisco de Albear no vio culminada su obra: el 22 de octubre de 1887 falleció debido a la malaria. 

El proyecto de Francisco de Albear fue premiado en la Exposición Universal de Filadelfia en 1876 y dos años más tarde recibió Medalla de Oro en la Exposición Universal de París. 

En 2020 la prensa oficialista de la isla indicaba que el acueducto de Albear "aún proporcionaba el suministro de agua a más del 15 por ciento de la ciudad". 

Hoy el estado actual de la red hidráulica de La Habana es lamentable. En julio pasado Aguas de La Habana informaba que "un fallo del fluido eléctrico en las líneas de alta tensión que alimentan los pozos de la fuente de abasto Cuenca Sur hizo que se interrumpiera por completo el bombeo de manera súbita, lo que provocó, a su vez, un aumento repentino de la presión en la tubería principal, que terminó colapsando por tres lugares".

Según un artículo publicado por IPSCuba a mediados del 2023, "las autoridades reconocían la existencia de más de 1000 salideros en las redes hidráulicas, algunos con varios años sin solución".  Al respecto, IPSCuba recogió el testimonio de un ingeniero jubilado: 'Duele e indigna que mientras decenas de miles de personas pasan trabajo para abastecerse en sus casas, millones de metros cúbicos nunca llegan a su destino y corren por las calles". 

Durante la pandemia de Covid, el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos admitió la crisis en el suministro de agua potable en La Habana. "Solo en la capital las afectaciones impactan en el 21.8 % de la población, que recibe el servicio con intermitencia de horarios, cambios de ciclos de distribución o mediante pipas".

De contar en el siglo XIX con una obra hidráulica de nivel mundial para la época, Cuba ha pasado, tras poco más de seis décadas de comunismo, a carecer de una infraestructura que les garantice el agua a los ciudadanos de forma estable y con calidad. Mientras la obra diseñada por el ingeniero y militar cubano resiste el paso del tiempo, el castrismo es incapaz de solucionar las decenas de salideros que abundan en cualquier ciudad del país.