Díaz-Canel promete a los cubanos que superarán la crisis que vive la isla, pero no dice cuándo

En el IX Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel insistió en que la isla superará la aguda crisis económica y social que atraviesa. Sin embargo, una vez más evitó comprometerse a un plazo o a una estrategia clara, dejando en el aire las expectativas de una población desesperada por soluciones concretas.

En su intervención, Díaz-Canel afirmó que Cuba tiene "potencialidades" para salir adelante, citando ejemplos de municipios donde "algo funciona y no es la excepción, sino la regla". Según él, estas experiencias demuestran que el trabajo colectivo y el liderazgo local pueden ser clave para superar las dificultades actuales.

"Hemos tenido momentos en que incluso con bloqueos más recrudecidos hemos salido adelante," señaló, aunque sin detallar cuáles son esas experiencias positivas ni cómo se podrían replicar a nivel nacional.

El mandatario destacó la importancia de realizar visitas a las comunidades para "conectar con el pueblo" y evaluar directamente los problemas y avances. No obstante, su discurso no incluyó una hoja de ruta clara, dejando a muchos cubanos con la sensación de que las soluciones están lejos de concretarse.

Díaz-Canel también propuso mantener las cuatro prioridades de trabajo para el próximo año, las mismas que no han mostrado avances significativos: fortalecer la unidad nacional, perfeccionar la labor político-ideológica, corregir distorsiones económicas y atender las desviaciones sociales

En un contexto donde sectores como la alimentación, la salud y el transporte enfrentan un colapso casi total, las prioridades planteadas por el gobierno resultan abstractas y de difícil aplicación inmediata.

Las palabras del gobernante llegan en un momento crítico para Cuba. La población enfrenta escasez de alimentos, medicamentos y combustibles, mientras que la inflación sigue disparándose y el descontento social se hace cada vez más visible.

En sus visitas a las provincias, Díaz-Canel ha tenido que enfrentarse a familias que exigen respuestas inmediatas. Sin embargo, las respuestas suelen limitarse a apelaciones al esfuerzo colectivo y a la resistencia frente al embargo estadounidense, sin abordar las profundas deficiencias internas que agravan la situación.

El discurso del mandatario dejó sin respuesta la pregunta más importante para los cubanos: ¿cuándo comenzarán a notar una mejora en su calidad de vida?