Ramona y Fostá: dos mujeres cubanas con más de 100 años de edad
Ramona y Rosario son dos mujeres cubanas de Pinar del Río y Las Tunas, respectivamente, que sobrepasan la respetable cifra de un siglo de vida
Actualizado: February 15, 2023 4:48pm
Ramona y Rosario son dos mujeres cubanas que sobrepasan la respetable cifra de un siglo de vida. La primera, apodada “Monguita”, reside en la occidental provincia de Pinar del Río, mientras que la segunda anciana, más conocida como “Fostá”, llegó a Cuba hace muchas décadas, procedente de Haití, y se asentó en el territorio oriental de Las Tunas.
“He gozado la papeleta”, dijo Ramona a una periodista que publicó su historia esta semana en el periódico estatal Guerrillero. La abuela de 102 años fuma tabaco y le encanta el café, “placeres culpables” que disfruta en su vivienda de Viñales.
“A la anciana centenaria se le escucha cantar a cualquier hora. Tiene voz pausada y enérgica. Es simpática, le pone humor a la vida”, asegura el periódico oficial.
La vida de Ramona no ha sido “fácil” y “trabajar fue su rutina”. Ahora, “arregla su cama, dobla la ropa y pasa el tiempo en el manto de la vejez: la soledad que no tiene remedio, aunque esté acompañada”.
Por su parte, a más de 800 kilómetros de Pinar del Río, en la provincia de Las Tunas, Rosario Macey, “Fostá”, todavía exhibe una “energía intensa” a sus 103 años, según el Periódico 26.
Fostá nació en Haití, cerca de su capital, Puerto Príncipe, y llegó a Cuba con su madre cuando tenía cuatro años de edad. “Perfumada, al lado de uno de sus dos hijos, aseguró que habrá que preguntarle a Dios la receta de su longevidad porque solo él lo sabe”, agregó el medio estatal tunero.
En los alrededores de San Miguel del Junco, cerca de los predios del entonces central Francisco, creció Fostá. Allí trabajaban juntos los haitianos y sus descendientes en las zafras azucareras y otras labores agrícolas.
La anciana haitiano-cubana opina que es bueno “que cada cual haga las cosas a su manera”. No ha olvidado las tradiciones y creencias de sus antepasados haitianos, como las historias de zombis, “la brujería y la comida de santo”, que aprendió a hacer con el tiempo.
Cuba tiene un alto envejecimiento poblacional, debido, entre otras causas, a la baja natalidad y al éxodo de migrantes, que huyen de la crisis económica y de derechos humanos. Fuentes oficiales estiman un rápido crecimiento de los mayores de 75 años, que en el año 2035 sumarán 1 125 000, la décima parte de la población.
En diciembre de 2022 el vicejefe de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información de Cuba (ONEI), Juan Carlos Alfonso, declaró que el único grupo poblacional que aumenta su tamaño en Cuba es el de las personas de la tercera edad.