Asamblea de Cineastas envía mensaje al Festival de Cine de La Habana: "Los creadores cubanos hablan de una isla que sufre"

La Asamblea de Cineastas Cubanos (ACC) compartió este lunes 2 de diciembre un comunicado a través de sus redes oficiales que denuncia las flaquezas, deudas y mutaciones del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano en La Habana. El mayor evento dedicado al séptimo arte de la región tendrá lugar en la capital caribeña del 5 al 15 de diciembre de 2024. 

"Luego de 44 ediciones, la que fuera gran cita de los cineastas del continente se encuentra emplazada por la grave fractura que define al cine cubano del presente. Un panorama marcado por el continuo éxodo de sus más jóvenes creadores, un cine que recorre el mundo y obtiene premios, pero que rara vez puede apreciarse al interior del país", comienza exponiendo la carta, firmada por el grupo de representantes de dicho gremio.

De acuerdo al texto, la ACC ha colocado en el centro de su atención el tema de la censura y las políticas públicas de control y exclusión que desde hace décadas empañan la producción audiovisual de la isla, sobre todo la referida a la gran pantalla. 

El grupo de creadores y obreros del cine cubano remarcaron que, bajo criterios ideológicos o intereses políticos, muchas películas cubanas son estigmatizadas por las autoridades. Asimismo señalaron que, al disponer del monopolio absoluto respecto a la exhibición de las cintas y materiales, "se ocasiona un grave daño a la cultura nacional y a la libre circulación de ideas".

La Asamblea denunció que "para los censores, son nuestras películas las que deben cambiar y no la realidad a la que se deben".

Sobre el Festival de Cine de La Habana, señalaron que el evento no es ajeno a esa política de supervisión. La ACC reveló que la lista final de lo que llega a uno de los principales espacios de exhibición en la isla "se define en oficinas ajenas al mismo, donde sujetos anónimos tienen la última palabra".

Los artistas que integran el grupo de cineastas indicaron en su comunicado que controlar la circulación de ideas en el espacio público es el objetivo de muchos oficialistas y directivos, bajo el argumento de que cualquier pensamiento o expresión crítica a las posturas oficiales "opera contra la seguridad del país". Es una realidad que en Cuba no solo se analiza el contenidos de ciertas películas, sino también a sus creadores. Incluso, se han suscrito leyes especialmente diseñadas para reprimir las libertades en este ámbito de creación. 

Los cineastas cuestionaron al Festival de Cine, preguntando cómo puede hablarse de proteger una identidad en un país que sanciona y persigue cualquier expresión artística que se distancie del discurso oficial, y cómo es posible hablar de hegemonías en un Estado donde el único partido permitido tiene un control total sobre los medios de comunicación y las salas de cine. 

"No puede concebirse un cine nacional ignorando las contradicciones del país que lo produce. Cientos de cineastas cubanos ya no viven ni trabajan en Cuba. Esa distancia no es solo física sino también ideológica, en la medida que sienten que el país que los vio nacer y crecer no responde a sus expectativas generacionales, ni profesionales. No rechazan a Cuba, ni mucho menos a su cultura o la dura realidad de ese pueblo al que también representan", se lee en la publicación. 

La Asamblea -recuerda la carta-, ha convocado varias veces a las autoridades políticas y culturales del país a sostener una discusión sobre los problemas de la nación y su relación con la creación artística y el cine. "La respuesta ha sido el silencio, violando incluso lo que nuestra constitución establece", dicen.

Los realizadores agregaron en su mensaje que "censurar, discriminar a los ciudadanos por sus ideas políticas no eliminará los problemas", y que esa es una verdad que las autoridades cubanas prefieren ignorar. 

Para concluir su propuesta, la ACC invitó a los cineastas que visitan la isla a propósito del Festival, y a los espectadores cubanos, a disfrutar de las exhibiciones, pero a indagar sobre muchas otras historias que siguen ocultas, olvidadas, desterradas, porque "no han pasado los filtros" para mostrarse al mundo.

El post añade una lista de cintas realizadas en el 2024, o en tiempos cercarnos, que incluye animaciones, documentales y obras de ficción, muchas de ellas reproducidas en festivales y otros eventos internacionales, pero que, por diferentes razones, la gran mayoría de estas obras esperan por su momento de exhibición comercial y regular en las salas de cine cubanas.

Entre los más de 30 materiales que aparecenen la lista de la ACC, sobresalen los títulos "Blue", un Corto documental de Violena Ampudia (Estudio ST); "Crónicas del absurdo", un Largo documental de Miguel Coyula (Producciones Pirámide); "Cuatro hoyos", Corto documental de Daniela Muñoz (Estudio ST); "En San Isidro", Corto documental de Katherine Bisquet (Nanabmas Producciones); "Isla familia", un Largo documental de Abraham J. Enoa y Claudia Calviño (Cacha Films); "La última pelea", Corto de ficción de Jorge Molina (La Tiñosa Autista, Cuba); "Parole", un Corto documental de Lázaro González (Cuba-EE. UU) y "Souvenir", un corto documental de Heidi Hassan (Cuba-España).

En medio de la crisis política, económica y de represión de derechos humanos que vive la isla, Alexis Triana, actual presidente del ICAIC, compartió un agradecimiento en su perfil de redes sociales "a la decisión del Estado cubano de mantener la 45 edición internacional Festival de Cine de La Habana", un evento que implica un gasto económico importante.  

El directivo oficialista anunció la llegada a la Cinemateca de Cuba de un nuevo proyector digital DCI para la exhibición cinematográfica, adquirido para el Cine 23 y 12.

También comentó en otra publicación que los trabajos de reparación y sostenimiento del Proyecto 23 para el Festival estaban en la fase final. "Gracias a las decisiones de las autoridades gubernamentales, del Ministerio de Cultura de Cuba, son ya seis cines remozados, y entre ellos figuran nuevos proyectores digitales y el mantenimiento de existentes".

En este punto, Triana mencionó la restauración del Centro Cultural Fresa y Chocolate. 

Todas estas "reparaciones" ocurren mientras la ciudadanía espera ayudas del régimen que no llegan para reconstruir sus casas, tras el paso de los recientes fenómenos atmosféricos por la nación caribeña. 

De acuerdo con datos oficiales, el huracán Oscar dejó 8 muertos y 13 mil viviendas afectadas en el Oriente, mientras que tras la tormenta Rafael se reportaron 461 derrumbes entre totales y parciales solo en La Habana, y otros miles en las provincias occidentales que aún no se contabilizan por la dictadura.

Además, los terremotos provocaron graves daños materiales en Granma, con afectaciones en 3518 casas, 54 derrumbes totales de viviendas, 38 derrumbes totales de techo y 313 derrumbes parciales en infraestructuras similares.

También hubo afectaciones en 438 entidades estatales, entre las que se cuentan 59 instalaciones de salud y 109 centros educativos, además de comercios, salas de televisión y otros organismos.