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El desalojo de los acuartelados de San Isidro, cuatro años después

Han pasado cuatro años, varios fueron obligados al exilio, otros permanecen en Cuba y los artistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo están presos.

Actualizado: November 26, 2024 1:17pm

En la noche del 26 de noviembre de 2020 el régimen cubano desalojó por la fuerza a los acuartelados en la sede del Movimiento San Isidro, en la calle Damas 955, en La Habana. Diez días atrás, el 16 de noviembre, un grupo de artistas y activistas habían decidido acuartelarse y leer poesía para exigir la liberación del rapero Denis Solís. 

Agentes de la policía política, vestidos de médicos, irrumpieron en el lugar y obviaron que dentro de aquellas paredes había cubanos en huelga de hambre. El operativo también incluyó el corte de las comunicaciones en el país.

Los activistas fueron sacados violentamente, conducidos a estaciones policiales y luego llevados a sus hogares, donde siguieron bajo vigilancia por semanas. Luis Manuel Otero Alcántara fue el único al que no se le permitió regresar a su casa, en San Isidro, debido a que por varios días lo mantuvieron ingresado, contra su voluntad, en el hospital Manuel Fajardo.

Han pasado cuatro años, varios fueron obligados al exilio, otros permanecen en Cuba y los activistas Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo "Osorbo" están presos.

Dos de los acuartelados, la opositora y periodista Iliana Hernández, desde el exilio, y el artista plástico Yasser Castellanos, desde Cuba, cuentan a ADN Cuba las emociones de ese día, la violencia, la frustración y el estado de alerta en que se encontraban.

Desalojo y acoso posterior

Yasser Castellanos recuerda que vivió esos días en constante alerta, pero que “el estar compartiendo suerte e ideales con un grupo de personas” le hizo sentir protegido.

Según su testimonio,  todo comenzó cuando un agente de la Seguridad del Estado (SE) disfrazado de médico irrumpió en el lugar, mostrando una supuesta credencial para exigir la salida del periodista Carlos Manuel Álvarez. Para ello argumentó que el también director del medio independiente El Estornudo había violado los protocolos relacionados con el coronavirus al ingresar al país. Pero los activistas se negaron al reclamo.

Iliana Hernández, quien llevaba ocho días en huelga de hambre, recuerda que el régimen insistía mucho en que Carlos Manuel Álvarez saliera. “Aprovecharon esa ocasión para entrar como que iban a buscar a Carlos Manuel, pero en realidad era para desalojarnos a todos”.

Alcántara Otero vio, desde la segunda planta, cómo un “grupo numeroso de personas también vestidos con batas blancas” se dirigían hacia Damas 955.

Los vecinos también les habían alertado de que la Seguridad del Estado se preparaba para el desalojo.

“El acuerdo entre los acuartelados era de no oponer resistencia a su asalto”, contó Castellanos a ADN Cuba.

La puerta de la casa fue derribada por un golpe, y “empezaron a entrar rápidamente más agentes forzudos disfrazados, como si fuesen una corriente que iba inundando la casa. Yo me encontraba al fondo, en la cocina. Dos de ellos llegaron hasta mí y me condujeron hacia afuera con cierto cuidado. A mi alrededor todo se agitaba también, pero no podría describir lo que sucedía”, explicó Yasser.

Ese día el acceso a internet fue cortado e imposibilitó hacer una transmisión en vivo de lo que sucedía, pero una persona grabó con una cámara y es la única muestra gráfica de ese momento.

Sí estábamos nerviosos porque sabemos la violencia con la que actúan ellos. A mí me empujaron por las escaleras. Me llevaron dos represoras, no me dejaron hacer absolutamente nada, me cogió una por cada lado y me sacaron para afuera”, explicó Iliana.

Los hombres fueron trasladados en un carro jaula, las mujeres en patrullas, hasta la estación policial de Cuba y Chacón. 

“Nos tuvieron un rato allí y otro tiempo en la estación de policía de La Habana Vieja antes de sacarnos de uno en uno y conducirnos esposados y en patrulla a nuestras casas, excepto a Luisma”, narró Castellanos.

Ya en la estación policial, Iliana intentó reconocer a las otras detenidas en el resto de las patrullas. Entonces una agente le abrió la puerta y le ordenó que mirara hacia la pared frente a la patrulla.

Le dije que yo no tenía 5 años para que me estén castigando y mirando la pared. Seguí mirando a las chicas que estaban las otras patrullas y seguimos dándonos fuerza las unas a la otra”, detalló.

Después les devolvieron los teléfonos y las llevaron a sus casas.

Pero el acoso no terminó con el desalojo y el arresto. La casa de Castellanos estaba vigilada las 24 horas. 

“En un determinado momento la familia con que convivo sintió que no podía seguir lidiando con aquel estado de cosas y dejé de hacer activismo político, aunque sigo teniendo para Cuba los mismos deseos. Después de eso el acoso terminó”, dijo.

En el caso de Hernández, la represión incluyó cámaras de vigilancia, patrullas policiales cerca de su hogar y arresto domiciliario. Además de tener prohibido salir del país.

En marzo del 2022, la también ciudadana española salió de Cuba. Para ella el exilio está lleno de aprendizajes, como el de valorar la libertad.

“Desde que estuve más de cuatro años presa en Cuba, porque realmente estuve presa, ahora disfruto más la vida. La libertad, la que te prohíben en tu propio país de nacimiento, te da más fuerza aún para seguir luchando por la libertad de Cuba.

Creo que tenemos que seguir luchando desde cualquier parte donde estemos para que lo que nos pasó a nosotros no le pase a ningún cubano más”, concluyó.

El arresto del rapero Denis Solís, el 9 de noviembre de 2020, y su enjuiciamiento días después, fueron la causa del inicio de las protestas del Movimiento San Isidro.

Los acuartelados fueron: Luis Manuel Otero Alcántara, Maykel Castillo "El Osorbo", Iliana Hernández, Katherine Bisquet, Omara Ruiz Urquiola, Anamely Ramos González, Abu Duyanah Tamayo, Jorge Luis Capote Arias, Anyell Valdés Cruz, Esteban L. Rodríguez López, Oscar Antonio Casanella, Osmani Pardo Guerra, Osmel Adrián Rubio Santos y Yasser Castellanos.

Durante diez días permanecieron acuartelados y bajo vigilancia. 

Luego del desalojo, cientos de artistas, intelectuales y activistas protagonizaron una protesta frente al Ministerio de Cultura de Cuba, conocida como el 27N.

"Osorbo" y Otero Alcántara fueron condenados a prisión en 2022. Tras un juicio que se extendió por dos días, Maykel Castillo fue sentenciado a nueve años de cárcel y Luis Manuel a cinco años de privación de libertad.