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Sacerdote Alberto Reyes Pías: "Sueño con una isla libre, próspera y feliz, sin "la miseria, la escasez y la mendicidad" de cada día

“Yo tengo un sueño de que este pueblo no deje de reclamar lo que es suyo: la libertad, el derecho a decidir su presente y su futuro, la prosperidad económica, la garantía de su salud, una educación de calidad y sin adoctrinamiento

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Padre Reyes Pías tiene un sueño
FB/Padre Reyes Pías | Yo tengo un sueño

Actualizado: January 2, 2025 10:38am

El padre Alberto Reyes Pías, una de las figuras más contestarias dentro de la iglesia católica en Cuba, volvió a lanzar sus dardos críticos a través de una publicación en su página de Facebook titulada: “He estado pensando…”, que es una hermosa reflexión basada en la frase del líder por los derechos civiles estadounidenses Martin Luther King, pronunciada en el lejano año de 1963 y que el sacerdote quiere transpolar a la Cuba de 2025: “Yo tengo un sueño”.

Y es que el padre Reyes Pías asegura: “yo también tengo un sueño.

“Yo tengo un sueño de que los que hoy nos gobiernan entiendan que este sistema no lleva a ninguna parte, más que a la división y a la miseria de sus hijos. Sueño que comprendan que la realidad actual de Cuba no es vida para nadie. No lo es para el pueblo llano, que se hunde cada vez más en la escasez, en la ausencia de lo básico y en la huida continua, y no lo es para ellos que, por muchos recursos que manejen, no pueden disfrutarlos en paz, sabiendo que necesitan vivir en una alerta constante, en una auto protección continua”.

El mensaje del sacerdote es enviado en un lenguaje claro, directo y pragmático, pero también dramáticamente  realista desde la perspectiva de los hechos que viven y padecen día a día los cubanos de todas las clases sociales.

“Yo tengo un sueño de que nuestros gobernantes tengan el coraje y la inteligencia necesarias para pactar una salida del poder y una transición hacia la democracia, porque a diferencia de otras geografías, Cuba no tiene en estos momentos una plataforma nacional que permita el traspaso del poder. En realidad, la mejor opción sigue siendo una transición pacífica aceptada y pactada desde el propio gobierno. Es lo único que puede librarnos de las soluciones violentas”.

El padre intenta decirles a los gobernantes cubanos lo que le han dicho muchos dignatarios y líderes mundiales por mucho tiempo. Y que se lo han dicho desde la afinidad ideológica y desde la simple lógica. Pero la dictadura cubana no le encuentra sentido a ninguna solución realista, que  no sea la de mantenerse en el poder a toda costa, expoliando la riqueza de los cubanos.

Pero el reclamo del padre Reyes Pías adquiere otra dimensión, cuando se dirige a los únicos que pueden, como se dice en lenguaje popular, “tomar el toro por los cuernos”; cuando deja de mirar hacia los victimarios y enfila su sueño-reclamo hacia las víctimas.

“Yo tengo un sueño de que este pueblo no deje de reclamar lo que es suyo: la libertad, el derecho a decidir su presente y su futuro, la prosperidad económica, la garantía de su salud, una educación de calidad y sin adoctrinamiento… y que, de todos los modos pacíficos posibles, no deje de reclamar lo que por derecho le pertenece”.

Y a partir de ahí, su sueño deja de ser sueño y se convierte en exigencia a las iglesias, a las logias, a los artistas, a los periodistas, a los empresarios, y a toda la sociedad civil verdadera, no la inventada por el régimen, que, devenidas en siglas como CDR, FMC o CENESEX, son en realidad pantallas de órganos represivos.

Y es ahí, cuando el padre hace un giro para hacer reclamos de fundamentos, reclamos estructurales: justicia, libertad de expresión, libertad de prensa, y cese de la violencia política de estado.

El padre Reyes Pías concluye regresando a su sueño: “Yo tengo un sueño de que llegue el amanecer para esta tierra nuestra, de que dejemos de ser una isla donde la realidad de cada día sea la miseria, la escasez y la mendicidad. Sueño con una isla libre, próspera y feliz, donde el humus de la vida sea la alegría salpicada del sol y la sal del Caribe. Sueño con una isla donde nadie quiera irse y donde todos quieran venir a vivir”.

Reyes Pías lleva mucho tiempo alertando a los cubanos de la situación en la que están y que la solución a todos los problemas está en sus propias manos, como cuando recientemente, en su mensaje de Navidad, escribió: "necesitamos aprender a elegir y a defender la verdad. Tal vez mucho de lo que hoy padecemos lo debemos a no haber elegido la verdad, a haber asentido cuando queríamos decir que no, a haber alzado la mano a favor cuando en realidad estábamos en contra, a hacer mentido sobre lo que creíamos y sentíamos por miedo o por conveniencia momentánea".

Y Reyes Pías no es la única voz que se ha alzado desde el seno de la Iglesia Católica en Cuba, el pasado 30 de diecmbre la superiora de las Hijas de la Caridad en Cuba, sor Nadieska Almeida Miguel, llamó  a los cubanos a comportarse con dignidad ante los atropellos del régimen. 

Sin duda, los llamados de estos líderes religiosos, que contrastan con el silencio de la jerarquía católica, no son llamados a la violencia social, pero sí son, sin duda, un serio llamado a la insubordinación ante el régimen opresor, son un llamado abierto al reclamo, a la lucha pacífica, a la rebelión ciudadana ante la falta de libertades, y es que es el pueblo quien tiene la última voluntad.