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Alfonso Larrea, de agente de la Seguridad del Estado a defensor de las mipymes

Alfonso Larrea Barroso, uno de los rostros más visibles del supuesto sector privado en Cuba, actuó como agente infiltrado de la Seguridad del Estado cubana

Actualizado: March 6, 2024 4:04pm

Alfonso Larrea Barroso, uno de los rostros más visibles del supuesto sector privado en Cuba, actuó como agente infiltrado de la Seguridad del Estado cubana, según reveló CubaNet.

Una investigación de ese medio informó que Larrea Barroso tiene “lazos estrechos con la dictadura cubana” y que trabajó como agente de la policía e infiltró a la oposición en la  isla.

Además, un hermano de Larrea Barroso ocupa un alto cargo dentro de la Seguridad del Estado: Lázaro Romualdo Larrea Barroso fue identificado como  teniente coronel de la División de Inteligencia del Ministerio del Interior por las fuentes.

A pesar de que el cubano prosiguió su vida laboral en cargos comerciales de empresas del Estado, fuentes de CubaNet precisan que continúa en contacto con la policía política.

El agente “David”

Varias fuentes de CubaNet, incluyendo exagentes de contrainteligencia y un opositor que fue su víctima directa, confirman que Larrea trabajó para la policía política a finales del siglo pasado, infiltrándose en movimientos disidentes.

Larrea, conocido con el alias de "David", testificó en el juicio contra el disidente Francisco Chaviano en 1995, contribuyendo a su condena a 15 años de prisión, de los cuales cumplió 13 años y tres meses.

Chaviano, quien presidía el Consejo de Derechos Civiles de Cuba fue detenido el 7 de mayo de 1994 y acusado de revelar secretos de la Seguridad del Estado y falsificar documentos. 

En el juicio a puerta cerrada, el régimen presentó una lista de seis agentes infiltrados en movimientos opositores y actividades diplomáticas, a los que Chaviano había delatado ante funcionarios de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba (SINA).

"Se presentó con su nombre completo y el alias que usaba como miembro de la Policía política (David) y dijo que había sentido temor, y que su vida peligraba porque yo lo delaté", contó Chaviano desde el exilio.
 
Chaviano no conocía a Larrea, pero un contacto en la Seguridad del Estado le había revelado que su tarea era infiltrarse en la oposición.

Un exagente de la Seguridad del Estado que participó en el juicio confirmó a CubaNet que "de la lista solo Larrea fue llevado a testificar por la Fiscalía, declarando él que operaba como 'David'". Su declaración fue determinante para culpar a Chaviano y condenarlo.

Según el exagente consultado, Larrea también declaró haber infiltrado el Comité de Unidad Nacional, un grupo opositor liderado por José Antonio Fornaris y con vínculos con la influyente Fundación Nacional Cubano Americana. Además, admitió que uno de sus objetivos era la SINA, cuya sede visitaba con frecuencia para acceder a la biblioteca y participar en talleres y cursos, sosteniendo entrevistas con funcionarios de la representación.

Otras fuentes consultadas por CubaNet, confirmaron que Larrea se infiltró en movimientos disidentes e intentaba influir para que los opositores abandonaran el país.

De agente a defensor de las mipymes

Después de su paso por la oposición, Larrea continuó trabajando en cargos comerciales de empresas estatales, sin perder el contacto con la policía política. 

Trabajó en la agencia de noticias Prensa Latina, en la Zona Franca del Wajay, en el Ministerio de la Industria Pesquera, en el Ministerio de Cultura fue especialista en la Oficina del Programa Martiano del Consejo de Estado.

Durante el llamado “deshielo” entre Cuba y Estados Unidos, Larrea se convirtió en cuentapropista.

En 2015 fundó Scenius, una cooperativa de tres socios dedicada al sector financiero y cuyos clientes eran empresas estatales.

En entrevistas Larrea decía que facturaron más de dos millones de dólares y emplearon a 300 trabajadores cuando solo tuvieron 300 dólares de capital inicial.

Sin embargo, en 2017, la prensa estatal anunciaba el fin de Scenius por supuestas violaciones a su licencia.

Ahora, con el auge de las mipymes promovido por el régimen como una nueva señal de apertura económica, Larrea ha resurgido con su empresa Evexcon. Esta compañía se encarga de organizar eventos y viajes de negocios para dueños de mipymes, incluyendo la reciente visita a Miami.

El trabajo de Evexcon ha sido reseñado por la prensa estatal.

“Evexcon existe para colocar a miembros del sector privado cubano a conversar en espacios comunes e incentivar alianzas y posibles negocios” resaltó CubaNet.

Entre los objetivos de Evexcon está coordinar eventos internacionales que visibilicen el emergente sector privado cubano.

En septiembre de 2023, Larrea encabezó una delegación de 70 "empresarios" cubanos que viajaron a Miami para reunirse con empresarios y funcionarios estadounidenses. 

La investigación de CubaNet revela que varias de las mipymes presentes en Miami tienen claros nexos con el régimen, ya sea por ser de propiedad estatal, haber surgido de empresas estatales o estar dirigidas por testaferros o familiares de altos funcionarios.

Larrea se ha posicionado como un defensor del cuentapropismo y ha negado tener vínculos con el régimen cubano.

Además, continúa promoviendo un discurso que coincide con la narrativa oficial, insistiendo en que las mipymes son realmente independientes y negando cualquier relación con la dictadura, a pesar de las evidencias que sostienen lo contrario.


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