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Ifá dice que todo estará ifó

No importa cuántas Letras del año saquen los yorubas en Cuba. Ni cuántas asociaciones lo intenten. De alguna manera, todas las Letras que resultan de la adivinación de los caracoles apuntan a un futuro funesto para la isla

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Armando Tejuca | Portada

Actualizado: January 11, 2024 11:53am

No importa cuántas Letras del año saquen los yorubas en Cuba. Ni cuántas asociaciones lo intenten. De alguna manera, todas las Letras que resultan de la adivinación de los caracoles apuntan a un futuro funesto para la isla. Esto sería tenebroso y terrible, aunque, más que el futuro, lo más funesto es el presente. 

Cuba tiene cuatro letras y ninguna de las alianzas que ha establecido el gobierno que más la ha echado a perder, le han agregado nada. Por el contrario, acabará perdiendo un pedazo del nombre o el nombre completo, o un día no muy lejano, como siga así ese mal gobierno que continúa autoproclamándose “revolución” y “continuidad”, se escribirá en ruso o en chino o -que Alá no lo quiera- en árabe. 

Pero, bah, no hay que preocuparse, sería una “distorsión” más, porque todo, escuchen bien, todo lo que ha salido mal es simplemente una distorsión. Y un equívoco. 

En lugar de preocuparse, habría que ocuparse. Propongo que la Asamblea Nacional del Poder Popular aprenda de estas asociaciones yorubas, que miren bien sus caracoles. Sería bueno meter en un teatro a medio pueblo de Cuba, entre babalaos, paleros, abakuás, cristianos y metodistas, solo gente decente. Los que no levanten la mano en un par de horas, esos serán los perfectos para componer ese órgano de gobierno, que ahora mismo es un órgano flojo, mustio, fláccido y sin música.

Aunque las lecturas de cada agrupación yoruba que se encargan de tener claras las predicciones que nos dejan los orishas, procuran estar cargadas de mesura y sabiduría, todas coinciden, de alguna manera, en que la cosa es grave. Además de que Raúl Castro viva aún, y que el monigote que puso de presidente no piense todavía, todo apunta a que lo malo seguirá creciendo, y lo único bueno, o levemente menos malo, es que cada día hay menos gente para soportarlo. 

Visualmente es como para mandarse a correr. Dos de esas letras que interpretan a los orishas dicen que las banderas que adornan el año son muy raras: una informa que será una bandera morada con un estropajo, tal vez para fregar intensamente la distorsión y la realidad, y la otra, “mitad roja, mitad negra con ribetes azules”. Si esa no es la del 26 de julio, con un “cielo tan azul como mi cielo”, no sé nada de historia.

En definitiva, lo más contundente que suelen traer estas letras diversas son los refranes. Una dice que: “Madre no es solo quien pare, sino también quien cría”. Y no sé por qué pienso enseguida en la revolución cubana, que algunos han intentado ver como nuestra madre y otros como madrastra o madrina, incluso como la madre de los tomates, que no ha sabido criar a sus hijos porque quiere solamente a los que piensan como ella. Otra sentencia es directa a presidentes y ministros, generales y doctores: “Que Olofin no puede bendecir lo que no tiene cabeza”.

Ya eso es más grave. Cada año que pasa, cada aniversario de la “gesta heroica” que ya indigesta, son más los que no traen cabeza. Como si ser dirigente, policía o chivato en Cuba fueran las únicas maneras de sobrevivir y “escapar”. 

Pero tres de las letras del 2024 coinciden en un tema: “Se alerta sobre el incremento de las actividades delictivas”. Y aquí los sacerdotes no son claros. No especifican si eso contempla todo lo ilegal que hace el gobierno con los ciudadanos, o se refieren solamente a cosas menudas, boberías, como robos, asaltos, desvío de recursos u otro de esos pasatiempos que ha adquirido el cubano en los últimos tiempos.

Una de esas ilegalidades tiene que ver con otra alerta de una de las letras, cuando dice: “Se alerta sobre el consumo de alimentos empanados o cubiertos”. Si no hay harina, ni pan, ni huevos y te pueden partir las patas y los idem, no sería por los alimentos cubiertos, sino por los descubiertos. En ese aspecto habrá poco peligro. No hay alimentos cubiertos ni empanados. Posiblemente están empantanados. 

En todas las letras se habla de salud y en las tres hay preocupación por el aspecto de la cochinancia de las ciudades y pueblos. No se sabe si es una estrategia para alentar al turismo o para desilusionarlo. Que levante la mano GAESA. A menos que haya una idea brillante de lograr, con esos basureros por toda la ciudad, nuevos tipos de ratas, gusanos, alimañas que atraigan a los estudiosos y a sus familiares. O microbios de gran tamaño, de los que se pueden enjaular o criar en peceras, si ya una letra advierte de "un aumento de plagas de insectos y roedores".

Hasta “Ifá recomienda el pronto saneamiento del país. Eliminar el cúmulo de Basura”. Lo que no aclara Ifá es si se refiere a esa basura que está ifó o a la otra menos visible, pero tal vez más dañina: Raúl Castro, los Ramiros y Guillermos García, y a continuación el batallón de mequetrefes que juzgan al resto del pueblo y lo miran por encima del hombro y de sus panzas porque se creen ellos más revolucionarios. 

Aunque la primera basura, la basura que crea más basura, de la que contamina y envenena, es el partido comunista, que lucha a brazo partido para que los cubanos tengamos un futuro partido, cortado, manco. O ningún futuro, por eso se han anclado en ese pasado que solamente ellos ven heroico, sabroso, empanado y cubierto.

Quizá por ahí anda otra de las notas de una de las letras, que llama además a "ser respetuoso con las diferencias entre los seres humanos para evitar conflictos y desavenencias innecesarias". Respetuosos con la autoridad, con los mayores y con los que mandan. Será por eso que leí mal otra de las alertas que nos deja Ifá: "llama la atención por el incremento del abuso hacia la mujer y el abandono de los niños". 

En lugar de incremento, leí excremento, porque seguía metido en la basura y me confundió el parecido entre excremento e incremento, tal vez también porque no solamente la basura física crece en la isla, sino la miseria, así que la revolución lo único que ha hecho en sus 65 años es el incremento del excremento. Tal vez porque el Delirante en jefe dijo que los niños tenían que ser como el Che.

Todas las letras de este año tienen un defecto común. Una dice que la divinidad regente será Elebara, y de acompañante Oυα, dos orishas desconocidos. En otra, rige Obbatalá acompañado de Oshún. En ningún momento la deidad regente es un miembro del Buró Político. Un primer secretario, aunque sea de provincias.

Y algo peor, en ninguna de las letras se expresa: “Como ya dijo el compañero Fidel...”