Régimen cubano anuncia la eliminación de subsidios a productos de la canasta básica
La eliminación progresiva de los subsidios a la canasta básica es una medida que redefine uno de los pilares del modelo de distribución socialista en la isla.
Actualizado: December 21, 2024 8:44pm
El gobierno cubano ha dado un paso trascendental en su política económica al anunciar la eliminación progresiva de los subsidios a la canasta básica, una medida que redefine uno de los pilares del modelo de distribución igualitarista de la miseria en la isla. Esta decisión, presentada por el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, durante la reciente sesión de la Asamblea Nacional, promete cambiar drásticamente la cotidianidad de los cubanos en medio de una profunda crisis económica que se vive en la isla. Lo que Raúl Castro anunció en diciembre de 2010, ahora se hace realidad. pero sin el aumento de la eficiencia y la productividad prometido en ese entonces.
"Es un camino que no tiene marcha atrás," afirmó Marrero al detallar la estrategia que pretende corregir las "distorsiones económicas" que afectan al país. Según el mandatario, los subsidios a los productos básicos representan una carga insostenible para el presupuesto nacional, lo que ha obligado al gobierno a buscar soluciones que prioricen a las personas en condición de vulnerabilidad.
Sin embargo, la implementación será gradual, "producto a producto," aseguró Marrero, en un intento por mitigar el impacto de esta medida.
La canasta básica subsidiada, distribuida a través de la libreta de racionamiento, ha estado vigente desde 1962. En la práctica, este sistema garantizaba que cada ciudadano recibiera mensualmente alimentos esenciales como arroz, azúcar, pan y huevos, aunque en cantidades limitadas.
El anuncio de su eliminación llega en un momento en que los precios de los alimentos han alcanzado niveles prohibitivos. Productos básicos que solían ser accesibles para la mayoría de las familias cubanas ahora quedan fuera de su alcance, debido a la inflación y la devaluación de la moneda nacional.
Marrero admitió que la eliminación de los subsidios es "un tema complicado" y reconoció que, incluso, los trabajadores estatales, quienes representan la mayoría de la fuerza laboral del país, tendrán dificultades para cubrir el costo de estos productos con sus actuales ingresos.
El gobierno ha señalado que su intención es redirigir los subsidios hacia las personas en mayor situación de vulnerabilidad, aunque no se han detallado los mecanismos específicos para identificar y asistir a estos grupos. Marrero reconoció que la mayoría de los cubanos enfrenta actualmente condiciones de precariedad económica, lo que plantea dudas sobre la viabilidad de esta estrategia.
"Tenemos la insatisfacción de que no se ha avanzado lo necesario," confesó el primer ministro, refiriéndose al plan gubernamental aprobado hace un año para reimpulsar la economía.
La eliminación de los subsidios se anuncia en medio de una de las peores crisis económicas de la historia reciente de Cuba, caracterizada por una inflación galopante, escasez de alimentos y bienes básicos, y un creciente descontento popular. Las largas filas para adquirir productos esenciales, los apagones constantes y la falta de perspectivas de mejora han generado un clima de frustración que se manifiesta en protestas y críticas al gobierno.
Para los cubanos, la desaparición de los subsidios representa un golpe a un sistema que, aunque imperfecto, ofrecía cierta seguridad en tiempos de incertidumbre, y dejará sin lo poco que algunos podían adquirir.
El temor generalizado es que la eliminación de la libreta de abastecimiento profundice las desigualdades sociales, dejando a las familias más vulnerables en una situación aún más precaria.
Aunque el gobierno insiste en que esta decisión es parte de un plan para "no agravar las condiciones de vida" en el país, los detalles sobre cómo se implementará y cómo se garantizará el acceso a los productos básicos para los más necesitados aún son escasos.