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Investigación revela detalles de colaboración Rusia-Cuba en telecomunicaciones y “ciberseguridad”

Rusia y Cuba tienen una alianza que, en los últimos tiempos, a pesar del descrédito internacional de Moscú por su agresión militar a Ucrania, se ha estrechado en múltiples áreas

Actualizado: May 11, 2023 12:31pm

Los regímenes de Rusia y Cuba tienen una alianza que, en los últimos tiempos, a pesar del descrédito internacional de Moscú por su agresión militar a Ucrania, se ha estrechado en múltiples áreas: la economía, la política y la colaboración en materia de seguridad y telecomunicaciones.

Una reciente investigación publicada por la revista independiente YucaByte revela detalles de la relación entre Moscú y La Habana en materia de telecomunicaciones, recurso considerado estratégico por ambos gobiernos y que el castrismo controla con mano férrea y utiliza para coartar la libertad de expresión y de manifestación, entre otros derechos.

Luego de aproximadamente un lustro de “relaciones mínimas” entre ambos países, a partir del cierre en 2001, por parte de Rusia, de la base de espionaje electrónico Lourdes, que estaba cerca de La Habana, los gobiernos comenzaron a mostrar en público que continuaban muy cerca políticamente.

El Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez enunció en 2007, en la XII Convención y Feria Internacional Informática, algo de las intenciones del castrismo para las cuales una alianza con Rusia sería provechosa: “El potro salvaje de las nuevas tecnologías puede y debe ser dominado y las infocomunicaciones puestas en función de la paz y el desarrollo”.

Valdés Menéndez, entonces ministro cubano de la Informática y las Comunicaciones, se reunió el 6 de diciembre de 2007 en el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de la Federación Rusa con su titular L.D. Reiman. Acompañó al militar castrista, en esa oportunidad, el entonces ministro de Gobierno de Cuba, Ricardo Cabrisas Ruiz.

Según un comunicado oficial ruso, ambas partes expresaron interés en temas de desarrollo de diversas formas de cooperación comercial, económica, científica y técnica, en particular, “gobierno electrónico”, seguridad de la información, sistemas de seguridad, comunicaciones por televisión y radio, electrónica, automatización, nanotecnología, televisión digital y centros de datos.

En 2008 Cuba se comprometió a construir un centro espacial y fue admitida en el sistema ruso de navegación por satélite de órbita alta, llamado GLONASS. De acuerdo con YucaByte, a lo largo de ese año se incrementaron los intercambios con Rusia en materia de telecomunicaciones.

“Alrededor de una decena de encuentros bilaterales tuvieron lugar durante 2008. La primera reunión del Grupo de Trabajo sobre Tecnologías de la Información y las Comunicaciones se realizó en La Habana durante la visita del titular del Ministerio de Comunicaciones de Rusia, Igor Shchegolev, a fines de octubre de 2008”, informó el medio citado.

En 2009 se entablaron otras rondas de conversaciones, entre las que destacó un encuentro de los presidentes Raúl Castro y Dmitri Medvédev en el Kremlin, con la presencia del ministro de Telecomunicaciones y Comunicaciones Masivas de Rusia, Igor Shchegolev.

YucaByte agrega que el 22 de octubre de 2010, Rusia y Cuba firmaron “un opaco acuerdo intergubernamental sobre la protección mutua de secretos de información del que se hace mención en 2014, en un siguiente memorando, que entraría en vigor en 2015, después de que Alejandro Castro Espín [hijo de Raúl] viajara a Rusia como asesor de la Comisión de Defensa y Seguridad Nacional para firmar con el Consejo de Seguridad de Rusia otro memorando de cooperación sobre inteligencia. Este último incluía la creación de un grupo de trabajo conjunto”.

Para la periodista Darcy Borrero, autora de la investigación publicada por YucaByte, “más allá de cualquier romanticismo revolucionario entre ambos regímenes, la relación Cuba-Rusia está atravesada, de manera pragmática, por el ajedrez geopolítico: una ecuación en la cual a la parte rusa siempre le ha convenido la cercanía geográfica de Cuba a EE.UU.”

En 2014, en el contexto de la reanudación de relaciones entre La Habana y Washington, Putin habló de “recuperar el terreno perdido” en Cuba y de llevar la cooperación “totalmente a un nuevo nivel”.

Según su acuerdo sobre la seguridad de la información internacional, Rusia y Cuba consideran ilegal el uso de la información como “arma” para fines político-militares. Entienden que es contrario al derecho internacional el uso de la información para aplicar medidas hostiles, interferir en los asuntos internos de los Estados soberanos, violar el orden público, incitar a la hostilidad interracial e interreligiosa y a la violencia, la desestabilización de la situación política interna y el derrocamiento del orden constitucional.

También consideran punible el “acceso ilegal a los recursos de información, con la creación, uso y distribución de programas informáticos maliciosos”.

Además, la colaboración entre ambos regímenes se propone “evitar la difusión de información que perjudique los sistemas sociopolíticos y socioeconómicos, espirituales, ambiente moral y cultural de otros Estados y causar daños a terceros países utilizando espacio de información y recursos de información de los Estados”.

En 2017, continuó la cooperación Cuba-Rusia en materia de “ciberseguridad”; los rostros más visibles de esos contactos fueron el hijo del general Raúl Castro, Alejandro Castro Espín, y el exagente de la KGB Nikolái Pátrushev, Secretario del Consejo de Seguridad de Rusia.

En el Foro de Empresarios y Líderes de Tecnologías de la Información FELTi 2017, celebrado en septiembre, el estatal Grupo Empresarial de la Informática y las Comunicaciones cubano (GEIC) y la compañía rusa RITE, parte integrante de la Corporación Estatal Rostec, firmaron un memorando de entendimiento para la cooperación en la esfera de la informática y, en específico, para la formación de ciudades inteligentes.

En marzo de 2019 una delegación rusa visitó Cuba para la sexta reunión del Grupo de Trabajo de Cuba sobre Tecnologías de la Información y las Comunicaciones.

Autoridades de ambos países firmaron un memorando de entendimiento para fortalecer la cooperación en el campo de telecomunicaciones. Asistieron al acto Mikhail Mamonov, viceministro ruso de Desarrollo Digital y Comunicación, el entonces ministro cubano de Comunicaciones Jorge Luis Perdomo, y el embajador de Rusia en Cuba, Andrey Guskov, así como representantes de negocios: Rostec State Corporation, RusITExport LLC (RITE), Security Code LLC y otros.

De esa reunión, según publicó la parte rusa, derivaron acuerdos de cooperación en varios proyectos de “seguridad de la información”, entrenamiento y formación académica de cubanos, entre otras áreas.

Estados Unidos ha reaccionado con suspicacia al involucramiento de Rostec con instituciones del régimen cubano. Un documento emitido por el Departamento de Justicia en 2022 recomendó a la Comisión Federal de Comunicaciones de EE. UU. (FCC, en inglés) no ampliar la conexión con Cuba mediante cable de fibra óptica debido al riesgo de ciberespionaje.

El Departamento de Justicia se refiere a Rostec como un conglomerado de defensa que estaría probando la tecnología de la información y las comunicaciones de fabricación rusa y proveyendo al Gobierno cubano de equipo ruso para almacenar y manejar datos, explica YucaByte.

“De manera más general, Rusia (como China) está usando capacidades autoritarias digitales para ayudar a sus aliados y están permitiendo que sus empresas vendan equipos y conocimientos en el mercado abierto” (…). Rusia, como China, está “mejorando [su] capacidad para analizar y manipular grandes cantidades de información personal”, reconoce el informe del Departamento de Justicia, el cual concluye asegurando que “la adquisición por parte de Rusia de datos confidenciales de personas estadounidenses plantea un riesgo para la seguridad nacional”.

Rostec también fue sancionada por el Departamento de Estado norteamericano como parte de sus acciones para imponer costos severos al sistema de defensa de la Federación Rusa en respuesta a la agresión militar a Ucrania.