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Insólitas maneras utilizadas para escapar de la miseria y la tiranía en Cuba

Algunos cubanos han escapado de la isla en tablas de surf, a bordo de un kayak inflable, en improvisadas y rústicas balsas, o en un camión Chevrolet 1951, convertido en anfibio

Actualizado: Thu, 12/22/2022 - 16:49

Ni los tiburones, el miedo de viajar escondidos en un barco o un avión, o incluso el terror de perder la vida, naufragar o ser deportados, ha impedido a estos cubanos buscar en Estados Unidos libertad y una vida mejor para sus familias.

ADN Cuba produjo este video con varias impactantes historias, como la de Sandra de los Santos, una estudiante de Derecho en la Universidad de La Habana, que salió de Cuba para Bahamas en mayo de 2004 y tres meses después se envió a sí misma por correo desde Nasáu a Miami.

¿Cómo lo hizo? Utilizó una caja para motores de barco, y sustituyó la carga por su propio cuerpo. Como dirección de destino puso un taller de barcos en Florida. Permaneció unas seis horas escondida y doblada dentro de la caja, con una botella de agua y un celular.

Fue descubierta por empleados de DHL en el Aeropuerto Internacional de Miami, pero un juez de Inmigración dictaminó que la cubana podía quedarse en Estados Unidos, ya que corría el riesgo de persecución política si era enviada de regreso a la isla.

Por su parte, Orestes Lorenzo, entonces mayor de la Fuerza Aérea cubana, el 20 de marzo de 1991 cambió su habitual vuelo de entrenamiento e hizo girar hacia el norte su MiG 23BN, en aquel momento el más moderno caza bombardero obtenido por el régimen de Fidel Castro de la ayuda soviética.

Lorenzo piloteó su avión a ras de las olas para evadir los radares, aterrizó en la base naval de Boca Chica, en los cayos de la Florida, y pidió asilo político.

En Cuba quedaron su esposa y dos hijos pequeños, a quienes Raúl Castro les habría mandado el siguiente mensaje: “si Lorenzo tuvo los cojo… para llevarse un avión, que los tenga también para venirte a buscar”. Y eso fue exactamente lo que hizo Lorenzo.

Después de recurrir a las Naciones Unidas, hacer una huelga de hambre de 8 días para denunciar al régimen cubano, y publicar una carta abierta a Fidel Castro en The Wall Street Journal, y no encontrar respuestas, Lorenzo decidió regresar a buscar a su familia.

En un Cessna 31, voló el 19 de diciembre de 1992 a tres metros del agua, para evitar una vez más ser detectado por los radares. Llegó hasta una angosta carretera en una playa cercana a Varadero donde lo esperaban su mujer y sus hijos. Orestes logró volver a reunir a su familia y demostró que, por ellos, estaba dispuesto a todo.

Para conocer detalles de estas y otras historias, mira completo el video de ADN Cuba en esta página, o en nuestro perfil de Facebook.