México deportará a sus países a los migrantes afectados por las restricciones de Trump

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, anunció este martes que su gobierno implementará mecanismos para retornar a sus países de origen a los migrantes que se encuentran varados en territorio mexicano debido a las nuevas restricciones migratorias impuestas por el presidente estadounidense Donald Trump.

En su conferencia matutina, Sheinbaum explicó que México ya cuenta con acuerdos establecidos con diversos países, particularmente en Centroamérica y Cuba, para facilitar estos retornos.

"Buscaríamos los mecanismos a través de la política migratoria y la política exterior de retorno a sus países de origen. Por ejemplo, hay acuerdo con Guatemala, con prácticamente todos los países centroamericanos, de hecho hubo una reunión el viernes pasado para ello. Hay acuerdo con Cuba", señaló la mandataria.

Aunque Sheinbaum prometió brindar atención humanitaria a los migrantes varados, especialmente a los latinoamericanos, enfatizó en que la administración Trump debería realizar las deportaciones directamente a los países de origen, evitando el uso de México como territorio intermedio.

Sin embargo, quedó pendiente aclarar si los costos de estas repatriaciones serían asumidos por México o por Estados Unidos, tema este que será parte de las conversaciones futuras con el gobierno estadounidense. "Es lo que vamos a platicar con el Gobierno de Estados Unidos", señaló la mandataria.

La medida surge como respuesta a la reinstauración de los Protocolos de Protección a Migrantes (MPP) por parte de Trump, conocidos como "Quédate en México", que obligan a los solicitantes de asilo a permanecer en territorio mexicano mientras se procesan sus casos.

Sheinbaum pidió analizar el impacto de este decreto, al recordar que no es algo nuevo, pues durante su primera gestión, en enero de 2019, Trump implementó este programa, que obliga a los solicitantes de asilo estadounidense a esperar en territorio mexicano.

Ante esta situación, Sheinbaum explicó que, además de proporcionar atención humanitaria, buscarán facilitar el retorno voluntario de estos migrantes a sus países de origen.

La presidenta también abordó la situación de los migrantes afectados por la cancelación de la aplicación "CBP One", utilizada para solicitar asilo desde México y reiteró la necesidad de informarles sobre la imposibilidad actual de ingresar a Estados Unidos.

"Claro que son retornos voluntarios, pero es importante informales a ellos que, como lo hacemos desde que llegamos en octubre (al Gobierno) y por eso esta política integral humanitaria que seguimos, que llegando a la frontera no van a poder entrar a Estados Unidos", insistió.

El gobierno mexicano aseguró estar preparado para manejar las deportaciones masivas, un tema particularmente sensible considerando que México es el origen de aproximadamente la mitad de los 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, cuyas remesas representan cerca del 4% del PIB mexicano.

Sin embargo, la política migratoria mexicana y su suspeditación a Estados Unidos han sido motivo de críticas por parte de políticos, intelectuales y activistas del país azteca. 

Recientemente el presidente nacional del PAN, Jorge Romero, cuestionó la efectividad del plan gubernamental, argumentando que "la crisis migratoria no puede ser atendida con parches ni discursos vacíos". El líder panista advirtió sobre posibles limitaciones en la capacidad del Instituto Nacional de Migración para manejar una oleada masiva de deportaciones.

Guadalupe Correa, experta en crimen y migración, alertó sobre un efecto colateral preocupante: el fortalecimiento de las redes de tráfico de personas. "Los grandes beneficiados de esta deportación masiva van a ser los coyotes", señaló Correa, teniendo en cuenta que, ante la falta de capacidad estatal para acoger a los deportados, muchos intentarán regresar al norte por medios irregulares.

Por su parte, Margarita Núñez, antropóloga y coordinadora del programa de Asuntos Migratorios de la Universidad Iberoamericana, señaló problemas fundamentales en el enfoque de la política migratoria mexicana, orientada fundamentalmente a la contención migratoria y sin una comprensión institucional respecto a la integración de migrantes.