Activista cubana denuncia militarización en municipio habanero

La activista cubana Bárbara Farrat Guillén denunció en sus redes sociales que ayer 27 de mayo la sitiaron y que el municipio Diez de Octubre, donde reside, fue militarizado.

“No sé qué está pasando, pero sé que tienen miedo y han comenzado una cacería de brujas con gran represión”, escribió Orlando Ramírez Cutiño, esposo de Bárbara.

La opositora, madre del preso político Jonathan Torres Farrat, publicó varias fotos en Facebook donde se ve a policías cubanos.

“Familia le cayó comején al piano y comenzó por mi casa  estas son las horas en la que han empezado a militarizar a 10 de Octubre”, expresó Ramírez en Facebook.

En declaraciones a ADN Cuba Bárbara dijo que ya no tiene vigilancia y que sobre la medianoche la Calzada de Diez de Octubre se llenó de militares, pero aún desconoce las causas.

El pasado 19 de mayo Farrat Guillén también fue víctima de acoso por parte de activos del régimen. El 20 de mayo, Día de la Independencia de Cuba, la disidente continuaba bajo vigilancia policial.

Los represores le comunicaron que estaría sitiada con motivo de una manifestación. El agente de la Seguridad del Estado Yoel Argüelles, alias “Denis”, le advirtió que no saliera de su casa estos dos días, “como si uno tuviera un frío lleno de comida”.

Bárbara ha sido interrogada, secuestrada y acosada con regularidad por exigir la liberación de los presos políticos. Su hijo fue condenado a cinco años de sanción subsidiaria tras el juicio celebrado entre el 23 y el 24 de noviembre de 2022 contra 15 manifestantes que participaron en las emblemáticas protestas del 11 de julio de 2021 en el municipio Diez de Octubre, en La Habana.

Farrat Guillén se negó a acudir al juicio en calidad de testigo de la Fiscalía cubana. Con anterioridad, había sido citada a comparecer en contra de su hijo y otros 14 manifestantes.

Jonathan padece de hipertensión arterial por hipertrofia del ventrículo izquierdo y durante su presidio ha sufrido de otitis. 

El 20 de mayo también fueron acosados otros activistas y periodistas independientes como Yoani Sánchez y Boris González Arena, a quienes el régimen suspendió el acceso a internet.