Sociedad Interamericana de Prensa exige liberación de periodista cubano Henry Constantin
Constantin, director de La Hora de Cuba y vicepresidente regional de la SIP, se encuentra recluido en el centro de detención El Vivac, en La Habana.
Actualizado: December 25, 2024 9:55am
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) pidió al régimen cubano la liberación inmediata del periodista cubano Henry Constantin Ferreiro, vicepresidente regional de la organización para Cuba, quien está detenido desde el 19 de diciembre.
La SIP también reiteró su llamado al cese de la represión contra los periodistas independientes en la isla.
🔴📣 Denunciamos la detención arbitraria de Henry Constantin, nuestro vicepresidente regional en #Cuba y director de La Hora de Cuba. Exigimos su liberación inmediata y el fin de la persecución a periodistas independientes #LibertadDePrensahttps://t.co/efbFJUtsrt pic.twitter.com/1onT4ZuAGs
— SIP • IAPA (@sip_oficial) December 19, 2024
La SIP es una organización gremial fundada en 1943 que está integrada por más de 1.300 medios impresos, televisoras, radios y nativos digitales, asociaciones de prensa y empresas proveedoras de servicios e individuos. Entre sus principales objetivos está la promoción de las libertades de expresión y prensa. Con frecuencia, la organización señala las violaciones de estos derechos por parte del régimen cubano, lo que le ha valido ataques y descalificaciones desde el castrismo.
Constantin, director de La Hora de Cuba, se encuentra recluido en el centro de clasificación de detenidos conocido como El Vivac, en La Habana. Al reportero le correspondería una visita este jueves, pero las autoridades no han decidido si lo permitirán, informó ese medio de comunicación.
El lunes 23 de diciembre, a través de una llamada telefónica, el reportero dedicó “su Navidad a todos los presos políticos de Cuba”, en especial a Félix y Saily Navarro, y a Sissi Abascal. También agradeció los mensajes de solidaridad recibidos.
Ese día también se presentó un recurso de Habeas Corpus ante el Tribunal Provincial de La Habana, que debía ser asentado el martes 24 de diciembre por falta de personal el lunes, informó La Hora de Cuba.
Según la legislación vigente, las autoridades tienen tres días para responder, aunque es usual que estos recursos sean ignorados o rechazados sin argumentos legales sólidos.
Henry Constantin fue arrestado arbitrariamente por agentes de la Seguridad del Estado, quienes le dijeron que lo trasladarían a Camagüey, su ciudad de residencia, cuando hubiese disponibilidad de combustible.
Uno de esos agentes participó en una de las detenciones del periodista en 2023.
Los represores argumentaron como motivo de su detención que había violado el "control legal" que tenían sobre él en Camagüey por ser CR (constrarrevolucionario) e ilegal en La Habana. Pero no existe ningún documento ni orden judicial que ampare el mencionado "control legal", por lo que, en realidad, se trata de una violación a la libertad de movimiento del periodista.
Constantin ha sido víctima de varias detenciones y hechos represivos en su contra. En noviembre pasado, un agente represivo le envió un mensaje a través de una colega: “Si quiere graduarse, que se vaya a estudiar a Miami”.
En 2021 fue arrestado por cubrir las manifestaciones del 11 de julio en Camagüey. Luego de diez días de detención fue liberado y multado.
La detención de Constantin no es un hecho aislado, sino un reflejo de la política represiva del régimen cubano contra el periodismo independiente.
En abril de 2024 otro periodista camagüeyano, José Luis Tan Estrada, fue detenido en La Habana. Tras el arresto, el reportero independiente fue llevado a Villa Marista, el cuartel general de la Seguridad del Estado. El régimen cubano lo liberó el 1 de mayo luego de una fuerte presión internacional.
Entre septiembre y octubre pasados, el poder cubano desató una ola represiva contra el periodismo independiente en la isla. Decenas de periodistas de varios medios fueron detenidos, interrogados, chantajeados y regulados.
Durante los interrogatorios se utilizaron tácticas de presión psicológica y amenazas de prisión. Además, la represión se extendió a los familiares de los detenidos, a los cuales se les amenazó también.