“No dejo de llorar por mis hijos”: madre de hermanos presos políticos en Cuba rompe el silencio

La madre de Robert Michel y Roberto Jesús Marín Fernández, hermanos gemelos condenados a 7 años de prisión en Cuba por las masivas protestas de julio de 2021, esta semana rompió el silencio sobre el caso de sus hijos y denunció las precarias condiciones en que se encuentran.

Robert Michel y Roberto Jesús Marín Fernández fueron detenidos el 11 y 12 de julio de 2021, respectivamente, por manifestarse en la ciudad de Cárdenas, de la provincia de Matanzas, según datos recopilados por el Grupo de trabajo sobre detenciones políticas Justicia 11J.

La organización de derechos humanos recoge que ambos fueron acusados de una supuesta “sedición” y la Fiscalía pidió 15 años de cárcel para cada uno. Finalmente, los sancionaron a 7 años y las autoridades desestimaron el recurso de casación presentado a favor de los gemelos.

Los hermanos, arrestados cuando tenían 20 años de edad, hasta hace pocos días estaban recluidos en el Combinado Sur, de Matanzas. Pero fueron trasladados sin previo aviso a sus familiares hacia la cárcel de Canaleta, en el poblado matancero de Perico, denunció su madre Saylí Caridad Fernández Rodríguez en declaraciones a Radio Televisión Martí.

“Ellos estaban cumpliendo en el Combinado Sur. Ayer vino una señora aquí, a la casa, que su hijo estaba en el mismo destacamento con los gemelos, en el Combinado. Ella regresaba de la visita y me dijo que a mis hijos los habían trasladado para Canaleta”, contó Fernández Rodríguez.

“Me parece, como madre, que las autoridades deben de informar a las familias el trasladado de un centro penitenciario de los seres queridos (...) y más que son gemelos, y uno de ellos está bastante enfermo de los nervios, y se medica con carbamazepina”, manifestó la mujer, quien también denuncia la mala comunicación con los penales.

“Hace más de 15 días que no sé nada de ellos, siempre hay problemas con los teléfonos, unas veces están rotos y, también, que si no pudieron llamar porque no lo permitieron”.

En su entrevista con Radio Televisión Martí la madre contó los problemas de salud que ha desarrollado uno de sus hijos en la cárcel, así como la falta de medicinas y alimentos en las prisiones.

“Primeramente, cuando fueron detenidos, a ellos los separaron; uno lo llevaron por más de 60 días para el Departamento Técnico de Investigaciones, el otro fue conducido (…) para el Combinado del Sur. Es el caso de Roberto Jesús, que su vida es su hermano, y (…) al verse separado de su hermano se puso muy mal. Jamás en la vida mi hijo Roberto Jesús tuvo ningún episodio aquí, en la casa, de un ataque epiléptico”, lamentó Saylí Fernández.

“También es pésima la alimentación en los penales. Lo que les están dando es un agua caliente clara. Ellos subsisten por lo poco que le lleva la familia a los presos, porque no hay nada”, aseguró la madre de los presos políticos.

Asimismo confesó al medio citado que ella permaneció en silencio hasta ahora porque tenía la esperanza que sus hijos fuesen puestos en libertad: “Desde que ellos cayeron presos yo estoy enferma de los nervios. No hay un día de esta vida que deje de llorar por mis hijos (…), si hablo ahora es porque las autoridades cubanas no acaban de decidir este problema. Los días van pasando y pasando y es la misma historia”, dijo la madre.

Ella se lamentó de que estén “todos esos jóvenes presos porque piensan diferente, porque quieren un cambio, porque esto no es vida, ni para ellos ni para nadie. A esa juventud no le dieron ninguna oportunidad. La llevaron hasta lo último, hasta lo profundo, y entonces hablan mucho ellos [las autoridades] de derechos humanos”, concluyó Saylí Fernández Rodríguez.

Las protestas de julio de 2021, que tuvieron lugar en más de 60 localidades de todo el país, se saldaron con cientos de procesados judicialmente. Pero las causas que provocaron el estallido continúan sin resolverse, entre ellas la aguda escasez de alimentos y medicinas, la precariedad de los servicios de electricidad y agua, así como la falta de libertades políticas y la violación de derechos humanos y sociales.

Al cierre de enero de 2023, existían al menos 1077 prisioneros políticos en la isla, según un informe de la organización de derechos humanos Prisoners Defenders.