Sancti Spíritus: Funcionario culpa a conexiones “ilegales” de la escasez de agua

Ariel Múñoz Hidalgo, viceintendente de Transporte y Energía del Gobierno Municipal de Sancti Spíritus, culpó a las conexiones hidraúlicas que realizan los ciudadanos de la escasez de agua en el consejo popular Jesús María, de ese municipio.

“Las conexiones ilegales, de forma continua, a las redes hidráulicas, ha incrementado y por ejemplo, este propio edificio (...) sufre entonces las consecuencias de que no les llegue con buenas presiones el agua a esta parte de la población”, dijo en una entrevista con el oficialista Periódico Escambray.

Sobre el asunto, ayer la televisora Centrovisión informó de la instalación de seis bombas de acueducto para reemplazar equipos con varios años de explotación y mejorar la estabilidad del servicio de agua en el territorio. 

“Los equipos que han llegado a la provincia desde septiembre de 2024 han posibilitado la estabilización del abasto de agua en Cabaiguán y Sancti Spíritus, lo que ha impactado de manera positiva en la calidad de vida de los habitantes” agregó ese medio, pero la realidad para los pobladores de Jesús María es otra.

En Jesús María llevan años sufriendo la falta de agua. Hace seis meses denunciaron la escasez de agua a la prensa local, pero los problemas persisten.

“Aquí hubo un tiempo en que el registro que está ahí me entraba el agua, pero ahora no. Lo que hay son ladrones, las turbinas aquí son ladrones. Yo ponía mi turbina ahí y me la tiraban para atrás. Pero aquí hace ya más de tres años que no entra el agua. O cerraron una llave, porque no es posible que esta tubería tenga agua, aquella de allá tenga agua, todas las tuberías de la Gloria tengan agua y que este pedacito aquí no tenga”, dijo un hombre a Escambray.

Un reportaje de junio de 2024 expone que los habitantes de Jesús María tienen afectaciones de esta naturaleza desde hace más de 30 años y que tienen que cargar el agua en cubos para abastecerse. Y, por supuesto, los apagones son un agravante para el desabastecimiento.

Pero la falta de acceso al agua potable en Cuba es un problema generalizado. En 2024 más de 600 mil personas en la isla dependieron del servicio de agua a través de pipas.

El 80 % de los afectados experimentó ciclos de abastecimiento superiores a los 15 días. Entre las provincias más afectadas figuran Santiago de Cuba, Granma, Holguín, Villa Clara, Mayabeque, Artemisa y Pinar del Río, de acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH). 

 “A la mayoría de ellos les llegó por carros cisternas y a los restantes, que carecen de redes o infraestructura para el abasto, mediante terceros prestadores”, informó la oficialista Agencia Cubana de Noticias.

En septiembre de 2024 el 40 % de las dificultades en el abasto de agua se debió a fallos en los equipos de bombeo, mientras que el 39 % estuvo relacionado con el déficit energético, según declaraciones de Antonio Rodríguez, presidente del INRH, en la Mesa Redonda. 

En año pasado, la crisis hidráulica provocó varias manifestaciones. El 3 de septiembre, vecinos del reparto La Rosita, en San Miguel del Padrón, cerraron el tráfico en la Calzada de Güines tras 16 días sin suministro de agua. Los manifestantes aprovecharon la protesta para denunciar también la falta de productos básicos, como la leche para niños.

Sin embargo, el régimen asegura que en 2024 se lograron avances significativos en la infraestructura de acueductos en el país. De acuerdo con el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), se instalaron  nuevos hidrómetros, se ejecutaron cientos de kilómetros de redes de abasto y saneamiento y se mejoraron las  estaciones de bombeo. No obstante, la situación en muchas comunidades desmiente estas afirmaciones.