Informe revela violaciones y torturas sistemáticas en cárceles cubanas
Expone la grave situación que enfrentan los reclusos en la isla, con torturas, castigos inhumanos y violaciones generalizadas a los estándares internacionales.
Actualizado: Sun, 09/17/2023 - 00:30
Un crudo informe divulgado esta semana por el recién creado Centro de Documentación de Prisiones Cubanas expone la grave situación que enfrentan los reclusos en la isla, con torturas, castigos inhumanos y violaciones generalizadas a los estándares internacionales.
El documento denuncia que el confinamiento prolongado en celdas de castigo es una "práctica recurrente" en violación de las Reglas Mínimas de la ONU para el Tratamiento de los Reclusos, también conocidas como Reglas Mandela.
"En algunos casos el aislamiento supera con creces el límite de 15 días, en condiciones infrahumanas", afirma el estudio, difundido precisamente cuando el Secretario General de la ONU, António Guterres, se encuentra de visita en Cuba.
Entre otras transgresiones, el informe registra un amplio uso de la negativa de atención médica como método de tortura, así como desatención a reclusos con condiciones especiales.
Sólo en agosto documentó 143 casos en 49 prisiones del país, con 104 víctimas entre hombres y mujeres. Los centros con más reportes fueron Combinado del Este, Ariza y Quivicán.
El hostigamiento a presos políticos mediante reos comunes, golpizas de guardias, accionar de agentes de la Seguridad del Estado y manipulación de visitas familiares también fueron expuestos como tácticas habituales.
Con el respaldo de la Organización Mundial Contra la Tortura y Amnistía Internacional, el Centro advierte que estos incidentes representan un subregistro, dada la opacidad del sistema carcelario cubano.
Brotes de tuberculosis en Combinado del Este y Pinar del Río, hambre extrema e insuficiencia alimentaria en múltiples recintos, completes el oscuro panorama dentro de las mazmorras del régimen.
El informe llega justo cuando Cuba aspira a integrar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, generando un fuerte rechazo de activistas ante su historial de violaciones sistemáticas en la materia.