Fallece en La Habana el crítico de arte Héctor Antón

Este domingo 28 de enero falleció en La Habana, a los 60 años de edad, el crítico de arte cubano Héctor Antón, una de las voces más prestigiosas del arte visual en la isla.

Según reportes en redes sociales, Antón habría tenido problemas de presión alta incompatibles con la vida.

“Héctor Antón, mi herma. Gracias mil por todo el entusiasmo, las mañas y la complicidad en torno a arte que compartiste con nosotros. Gracias también por las cervezas, los planchaos y las carcajadas estimulantes. Luz en el camino definitivo”, escribió en Facebook el artista independiente cubano Julio Llópiz Casal.

También el poeta y artista visual Elías Permut se despidió de Antón: “Mi mejor amigo Héctor Antón partió de este mundo sin despedirse. Fue mi hermano por más de 25 años, fue mejor conmigo que mi propia familia de sangre. Brother siempre defenderé tu legado y tu memoria. El mejor crítico de la cultura cubana acaba de fallecer”.

Por su parte, el artista Julio Lorente evocó "esos momentos de pasión compartiendo ideas, libros; creando obras y textos. Tampoco se me borra de la memoria cómo un jurado incompetente no quería reconocer nuestra obra 'Encuentro', por esa mala intención que existe en las instituciones culturales cubanas, tanto públicas como 'privadas', a veces, pero se encontró con la firme y razonada defensa de Héctor al respecto".

El escritor y crítico de arte cubano Héctor Antón nació en Camagüey en 1963. Estudió periodismo y se especializó en el análisis de la producción artística nacional.

Recibió varios reconocimientos por su labor crítica, entre ellos el Premio Nacional de Crítica de Artes Guy Pérez Cisneros en 2004 por “La otra muerte del autor” y en 2008, por “Contra la cautela: una razón para otras sinrazones”.

También ganó el Premio de Crítica de la revista Videncia en 2006 por “Las paradojas inconclusas de Pedro Pablo Oliva”.

Sus textos forman parte de la antología Nosotros, los infieles. Narraciones críticas sobre el arte cubano (1993-2005). Su obra se caracterizó por ser una mirada lúcida y comprometida con el arte y la cultura nacional.