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Zoé Valdés: lo que radicaliza no es el exilio, sino descubrir la verdad de Cuba

La escritora cubana exiliada en Francia Zoé Valdés prepara una novela sobre el prócer de la independencia cubana José Martí, con la que cerrará una trilogía centrada en distintas etapas de la Historia de Cuba

Actualizado: Thu, 05/25/2023 - 12:10

La escritora cubana exiliada en Francia Zoé Valdés, que prepara una novela sobre el prócer de la independencia cubana José Martí con la que cerrará una trilogía centrada en distintas etapas de la Historia de Cuba, afirma en una entrevista con EFE que no es el exilio lo que radicaliza, sino “el descubrimiento de la verdad”.

Valdés se encuentra en Miami con motivo de una exposición retrospectiva dedicada al pintor cubano Ramón Unzueta (1962-2012), que murió en el exilio en España y fue un gran amigo suyo desde la infancia.

La exposición, titulada “From Island to Island” (De isla en isla) y abierta desde el pasado fin de semana en el Museo Americano de la Diáspora Cubana, muestra la universalidad de un pintor “solitario, culto y sereno, muy concentrado en su arte y en el buen gusto cubano, en la Cuba eterna” en palabras de Valdés.

Toda la obra expuesta, acrílicos, acuarelas y pasteles, fue realizada en los 20 años que Unzueta pasó en Tenerife (Islas Canarias), pues de Cuba se fue sin nada, dijo a EFE su hermana, Eneida Unzueta, que acompañó a Valdés en la entrevista en el museo.

Trabajando por la libertad

La escritora, que dejó Cuba definitivamente en 1995, aunque antes había pasado cinco años en España en los años 80, dice que el arte es su mayor interés, pero Cuba está siempre en su mente y su corazón, aunque no haya vuelto ni tenga deseos de hacerlo, y también trabaja para que acabe “una tiranía” que tiene sus mismos años: 64.

La autora de “La nada cotidiana” pertenece al Movimiento Republicano Libertario Martiano, con militantes dentro de la isla cuyos nombres no puede decir, y desde fuera está centrada en exponer la necesidad de desarrollar nuevas estrategias de lucha por la libertad de Cuba y de aprender en esto, por ejemplo, de los iraníes.

“El trabajo que hay que hacer ahora es incentivar en el cubano de a pie que ellos tienen un poder, que es el poder del deseo de libertad, el anhelo de la libertad”, subraya.

Valdés reconoce que toma con “reservas"” las opiniones que escucha en Miami acerca de que el final de la “tiranía” está cercano, pero, como buena cubana, dice, se deja llevar por la “ilusión”.

“Los cubanos vivimos mucho de la ilusión y la ilusión por el momento es que [el cambio] sea pronto”, señala.

Aunque los cubanos de dentro de la isla tendrán el protagonismo cuando llegue el momento, “los cubanos del exilio estarán también presentes de una forma u otra. Es inevitable porque ese es nuestro país”, subraya.

Exilio e historia

Cuando se le pregunta si cree que el exilio la ha radicalizado, responde: “Más que el exilio, el descubrimiento de la verdad, de la verdad de los exiliados, de muchos compatriotas que se han ido quedando por edad en el camino y que fueron luchadores”, subraya.

También, el aprender de la Historia “verdadera” de Cuba, la que “ellos han borrado y quieren seguir borrando”, agrega.

“En Cuba no hay una educación, en Cuba hay un adoctrinamiento. Cuando sales estás en pañales”, subraya.

La escritora resume la cuestión diciendo que se ha radicalizado “por razones obvias” y que “no tiene problema alguno con la radicalización” porque está enfocada en la libertad de Cuba, “que es fundamental”.

Zoé Valdes, que acaba de presentar en Miami la versión en inglés de su novela corta “El amor griego”, está terminando la última novela de una trilogía que empezó con “Fidel”, que era sobre Fidel Castro, y continuó con “El pájaro lindo de la madrugada”, sobre Fulgencio Batista, que fue presidente constitucional y acabó como dictador.

“La tercera es un momento muy particular de la vida de José Martí, que es el más grande de todos los cubanos”, dice Valdés, quien ha tratado de retratar “tres períodos importantes del pensamiento y de la acción en Cuba”.

De los tres personajes históricos de la trilogía se queda sin dudar con Martí, “el alma de Cuba” y un “poco” con Batista, porque “fue el gran reconstructor del país”, con muchos “defectos”, pero también “aciertos”, dice. De Fidel –agrega– no rescata nada.