Exvoleibolista sumido en el alcoholismo en Cuba: “Intenté quitarme la vida”

El excentral del equipo cubano de voleibol en Panamericanos, Ligas Mundiales y Juegos Olímpicos, Yosenki García, reconoció en una entrevista al diario oficialista Trabajadores que “toma alcohol todos los días”, debido a la frustración que siente en la isla e incluso reveló que había intentado suicidarse.

Tras más de 20 años desde su salida del equipo Cuba, con quien ganó la Liga Mundial de 1998, García todavía se pregunta por qué lo expulsaron de la selección nacional con apenas 25 años y en plena forma deportiva.

“Me sacrifiqué mucho para ser grande en el deporte. En el 2001, a los 15 días del regreso de una competencia en Europa en la que se quedaron un grupo de compañeros, me sacaron del equipo, al igual que a otros. Tenía 25 años y estaba en buena forma”, se lamentó en la conversación.

García, que también fue campeón centroamericano con ese equipo, reveló que, tras su salida del seleccionado, su vida cambió para siempre y “cogió un camino equivocado”. Contó que tuvo que ver a médicos y psicólogos porque pensó que enloquecía.

“Eso me llevó a lo que estoy pasando. La bebida y otras muchas cosas que prefiero no decir (…) Reconozco que me gusta beber, eso no quiere decir que sea un alcohólico, he pasado por muchas tensiones y sufrimientos en la vida, tomo por eso, y sí, lo hago todos los días. No me escondo para decirlo. Tomo para olvidar mis penas”, añadió.

El otrora bloqueador del voleibol cubano insiste en que nunca les dijeron por qué los sacaron de la selección, aunque fueron a “Cerro Pelado” a pedir explicaciones. Ahora trabaja como profesor de Recreación en el Combinado Deportivo de Agua Dulce, en el Cerro, La Habana.

“Todavía me veo jugando, pongo el televisor y cuando veo voleibol lloro. Tengo que quitarlo. Sufro mucha frustración. Hay gente que se mata o se vuelve loco. Estoy vivo, y peleando por mí (…) Conozco otros casos como el mío. No digo nombres, pero los hay”, agregó.

Yosenki reconoció que estuvo dos años “perdido en la vida” y que intentó suicidarse en dos ocasiones. “Casi nadie sabe eso, gracias a Georgina, la mamá de Pavel Pimienta, lo superé”, reconoció.

Pese a todo, el exvoleibolista cubano asegura que fue un “honor y un orgullo” representar a Cuba en el ato rendimiento y que deseaba que el pueblo lo recordara.

“Puedo ser útil. Hay glorias que están mal, peor que uno. Yo estoy vivo”, sentenció.