Régimen busca lavado de cara con foros y congresos contra el racismo
Para el mundo el régimen cubano se vende como un ejemplo de lucha contra el racismo, mientras en la isla los afrodescendientes continúan en condiciones de desventaja y son víctimas de patrones de represión racializados
Actualizado: December 13, 2024 10:01am
La Conferencia Internacional Cuba 2024: Decenio de los Afrodescendientes, igualdad – equidad – justicia social, se está desarrollando esta semana en el Palacio de las Convenciones de La Habana. El evento, que intenta "lavar la cara" del régimen cubano sobre los graves problemas que enfrenta en estos temas, ha sido el pretexto, también, para traer a la isla a voceros de la dictadura que repliquen su discurso en otros escenarios.
El actor estadounidense Danny Glover, uno de los más afectos a la cúpula castrista, fue de los que llegó hasta la capital caribeña para darle visibilidad al espacio, que ha tenido un aparte dedicado a los temas de racismo. También ha estado presente la comunista española Ana Hurtado, feroz defensora de la dictadura.
El simpatizante del régimen aseguró a los medios de propaganda de la dictadura que "hay muchas lecciones que aprender" en materia de lucha contra el racismo de las autoridades de la isla, que han reconocido las "desventajas" que sufren los negros.
El encuentro reúne a más de 200 participantes hasta este viernes 13 de diciembre.
Según el portal de la televisión estatal CubaInformación, el actor, de 78 años, también expresó que Cuba "ha desempeñado un papel importante en la batalla contra el racismo" y que son experiencias que habría que "compartir" con el mundo.
Agradezco a los participantes en la Conferencia Internacional #Cuba 2024 Decenio de los Afrodescendientes, por el excelente espacio de reflexión y combate contra el racismo. Con una representación de ellos me reuní anoche. Gran alegría abrazar a nuestro amigo Danny Glover. pic.twitter.com/hF9UKrx42N
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) December 12, 2024
Sin embargo, el reconocimiento de Grover a las "contribuciones" de las autoridades del régimen de la isla a la lucha contra la discriminación racial, contrastan con la desigualdad que enfrentan los afrodescendientes en Cuba, reconocida, incluso, por las propias autoridades en varias ocasiones.
Previo a la Conferencia Internacional de La Habana se desarrolló el Foro de Sociedad Civil cubana contra el racismo y la discriminación racial. Norma Goicochea, que antes fuera embajadora del régimen en la Unión Europea y es ahora la presidenta de la Asociación Cubana de las Naciones Unidas, refirió al Noticiero Nacional de Televisión que "todavía teníamos algunos problemas por resolver", sin entrar en detalles.
La oficialista aseguró que todas las inquietudes sobre el tema "encuentran respuesta" en el Programa Color Cubano (Programa nacional contra el racismo y la discriminación racial), aprobado en noviembre de 2019 por el Consejo de Ministros de Cuba.
Dicho programa remite a soluciones como "incrementar las personas negras y mulata graduadas de Enseñanza Técnico Profesional" y "aumentar dispositivos de vigilancia y monitoreo a prácticas discriminatorias en instituciones de servicios públicos".
Cuatro años después, en septiembre de 2023, el Gobierno presumió de avances en ese programa, pero tuvo que admitir que eran insuficientes.
En Cuba sólo el 9,3% de sus 11,2 millones de habitantes se reconoce negro, un 26,6% se admite mestizo, mientras que el 64,1% se dice blanco, según el censo de 2012.
El propio Rául Castro, en su discurso "de despedida" de la presidencia, heredada de su hermano Fidel diez años antes, decía en 2018: "Ustedes ven que ya hay algunas compañeras y compañeros, poquitos todavía, negros como locutores, tanto de televisión como de la radio, ¿no ven que aparecen algunos ya? Eso no fue fácil, yo mismo di la instrucción concreta a los responsables de esos organismos".
Más de 100 años después de la abolición de la esclavitud en Cuba, los afrodescendientes no dejan de padecer las desigualdades históricas acumuladas en el país.
Sobre el tema, el periodista independiente Abraham Jiménez Enoa publicó en agosto de 2021 un artículo de opinión en The Washington Post donde explica el fenómeno y asegura que "en Cuba el racismo y la Revolución van de la mano".
"Como suele suceder en los regímenes autoritarios, falazmente se dio por superado el asunto y el tema se volvió un tabú de Estado", se lle en el texto de Jiménez.
El comunicador cubano -finalmente exiliado en España con su familia-, ha criticado en los últimos años la falta de cifras oficiales sobre los afrodescendientes en la isla, lo que considera "otra alerta para darnos cuenta de cómo el régimen quiere trastocar la discriminación racial".
Abraham ilustró la situación con las cifras poco visibles del prontuario estadístico de la educación superior de 2019, que revela que solo el 12% de los estudiantes universitarios de la isla son de piel negra.
Ante la ausencia de números oficiales sobre este tema en Cuba, un centro de estudios alemán logró hacer, en 2020, una encuesta y publicó los resultados. Solo el 11.5% de las personas negras declaró tener una cuenta bancaria, el 70% no se conecta a Internet, el 96.7% no viaja al extranjero y el 71.5% no accede a remesas, fueron los resultados de la investigación.
El racismo del régimen cubano queda manifiesto en múltiples esferas de la sociedad: en el trato a sus artistas -Daymé Arrocena y Yotuel Romero son ejemplo de ello-, en el preocupante patrón de discriminación racial en las sentencias por sedición relacionadas con las protestas del 11 de julio de 2021 en Cuba y hasta en frases del argot popular naturalizadas en la isla, entre otros.
"Ser mujer, negra, opositora y madre no es fácil", asegura a ADN Cuba la activista Ariadna Mena Rubio, quien fue víctima durante muchos años de abusos, secuestros y arrestos arbitrarios debido a su oposición explícita al régimen de la isla. "La dictadura trata de fragmentar, porque son extremadamente racistas -dice desde su exilio forzado-, y recuerda que constantemente "hay que agradecerle a La Revolución haberles dado (a los negros) un lugar en su proyecto", cuando evidentemente hoy los afrodescendientes continúan en el escalón más bajo de la sociedad cubana.
Decenas de denuncias de la sociedad civil independiente de la isla han llegado a foros de Naciones Unidas, como es el caso de un informe del independiente Comité Ciudadanos por la Integración Racial (CIR) de 2017, titulado Negación, exclusión y represión.
El régimen de La Habana no ha tenido más remedio entonces que reconocer que en Cuba hay racismo y que las personas negras están en desventaja.
