Presa política Aniette González no pudo comunicarse con su familia en Nochebuena
El teléfono con el que se comunican las reclusas de ese campamento está sin servicio desde el pasado 3 de noviembre, hace más de un mes
Actualizado: December 25, 2024 11:38am
La presa política Aniette González García no pudo comunicarse con su familia ayer 24 de diciembre, en Nochebuena. Tampoco lo hicieron las demás prisioneras recluidas en el campamento "El Anoncillo", en Camagüey, ya que el teléfono del centro penitenciario está roto.
Según reportó en sus redes el periodista José Luis Tan Estrada, el teléfono con el que se comunican las reclusas de ese campamento, está sin servicio desde el pasado 3 de noviembre, hace casi dos meses.
"Si no lo arreglan tampoco podrá desearle un feliz Año Nuevo", advirtió el reportero en su perfil de X.
❗️La presa política Aniette González, en esta Nochebuena,no pudo comunicarse con sus hijas y nietas, ya que el teléfono del Campamento "El Anoncillo", donde se encuentra recluida, está roto desde el 3 de noviembre. Si no lo arreglan tampoco podrá desearle un feliz Año Nuevo pic.twitter.com/CirITq51zK
— Jose Luis Tan Estrada (@JLperiodista96) December 25, 2024
También Marta Perdomo, madre de los hermanos Jorge y Nadir Martín Perdomo, informó a ADN Cuba que no había podido comunicarse con Jorge el 24 de diciembre, una situación que ya está normalizada debido a los cortes eléctricos y la falta de teléfono en el campamento Ho Chi Minh, ubicado en el municipio Jaruco, provincia de Mayabeque.
Los frecuentes impedimentos para comunicarse desde las cárceles cubanas, ya sea por cuestiones técnicas o por orientaciones de las autoridades, viola la regla 58 de Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos, conocidas como Reglas Mandela. La que tiene que ver con esta situación en particular estipula que los reclusos deben tener acceso a la comunicación con sus familiares y otras personas y que este acceso debe ser posible de manera regular, sin restricciones injustificadas.
En meses pasados trascendieron otras denuncias sobre teléfonos rotos en prisiones de la isla.
En mayo anterior la cubana May Martínez contó que su hermano estaba recluido en la prisión Cuba-Panamá, en Mayabeque, para enfermos de VIH, y que, a pesar de estar con un fuerte dolor de muelas, no podía comunicarse porque allí no hay teléfono.
"La mayoría de las veces no tienen ni teléfono para llamar, pues están rotos", expresó Martínez.
También en marzo Mailin Sánchez, esposa del preso político Yosvany Rosell, no pudo recibir la llamada a la que tenía derecho su esposo porque los teléfonos de la cárcel de Holguín estaban rotos.