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Presa política Taimir García: con hambre y sin medicamentos a pesar de sus enfermedades

La prisionera política Taimir García Meriño está sufriendo hambre y falta de medicamentos en la prisión de máximo rigor “Kilo 5”, en la provincia de Camagüey

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Prisionera política cubana Taimir García Meriño
Facebook/Taimir García | Prisionera política cubana Taimir García Meriño

Actualizado: Fri, 03/03/2023 - 18:24

La prisionera política Taimir García Meriño está sufriendo hambre y falta de medicamentos en la prisión de máximo rigor “Kilo 5”, en la provincia de Camagüey, dijo su esposo, Holmis Rivas Carmenate, en declaraciones a ADN Cuba.

“Hoy pude hablar con Taimir y me comunicó que en estos momentos no le están dando medicamento, ya que en la prisión no hay y solo cuenta con algunas [pastillas] que se le han llevado de la calle”, explicó Rivas Carmenate.

La activista de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) y de la iniciativa Cuba Decide padece de “bronquiectasia [afección que daña las vías respiratorias de los pulmones], hipertensión arterial, sicklemia [una enfermedad hereditaria denominada también anemia falciforme], diabetes y gastritis”, según su esposo.

Durante la conversación del jueves, “[Taimir] me refiere, con un nudo en la garganta, que hoy hizo una hipoglucemia debido al hambre que en dicha prisión están pasando. Me dice, además, que ella como presa con enfermedad de sicklemia y diabetes requiere de una dieta médica, la cual en el día de hoy se la indicaron a todas las presas en el penal, menos a ella”

García Meriño, residente en Las Tunas, fue detenida el 21 de abril de 2021 junto a Adrián Góngora y Damián Hechevarría tras una protesta pública contra las altas multas de inspectores estatales. Luego de un año recluida sin juicio, fue condenada a 5 años de privación de libertad por los presuntos delitos de “doble atentado, desacato y resistencia”, y encarcelada en la prisión conocida como “Kilo 5” o “Granja 5”, a más de 150 kilómetros de su hogar.

“En el transcurso de estos largos y tenebrosos meses que Taimir lleva recluida injustamente, ha pasado por situaciones difíciles en cuanto a las enfermedades y a los medicamentos, que muchas veces no se los han podido suministrar por su carencia en la prisión, y nos hemos visto en la necesidad de comprarlos a altos precios en la calle, limitando entonces las compras de sus alimentos”, dijo el esposo de la activista en otra entrevista reciente con ADN Cuba.

De acuerdo a sus declaraciones, la sicklemia y la gastritis de la prisionera política, de 43 años de edad, se agrava “debido a la poca y mala alimentación, lo que le produce acidez y que se le mantengan las plaquetas bajas por la falta de vitaminas y proteínas”.

Holmis Rivas ha denunciado que en los primeros meses de encierro a su esposa le negaban la atención médica por su condición de presa política. “Como esas enfermedades requieren de tratamiento médico se le fueron agudizando al punto de que algunas le han llegado al estado clínico de crónicas”, advirtió.

En días recientes otros familiares han denunciado la mala alimentación y deficiente atención médica que reciben las presas políticas.

Las Damas de Blanco Sissi Abascal, Tania Echevarría y Saylí Navarro, han estado más de una semana sin agua potable en la prisión La Bellotex, en la provincia de Matanzas, según denunció el lunes Annia Zamora, madre de Abascal.

La activista declaró a Radio Televisión Martí que en La Bellotex, al menos hasta el sábado que habló con Sissi, “no había agua; más de una semana que las presas políticas están cargando agua”.

“Estaba enferma, con fiebre del catarro y todo. Yo estoy muy preocupada; la otra vez que la prisión estuvo sin agua, Sissi resbaló por la escalera, se dio un golpe, tuvo una herida en un pie que se le infectó, y todo es muy preocupante”, añadió la opositora.

Según las declaraciones de Zamora al medio citado, en la prisión también hubo una reducción de los alimentos y son “pésimas condiciones” las que tienen las detenidas, lo que se agrava con el desabastecimiento de agua potable.

“Nuestras presas no deben estar en ese lugar, y más, enfrentando esa situación: la comida la rebajaron a un 50 por ciento, y ahora sin agua también. Tienen que bajar desde un tercer piso a cargar agua con unos cubos. ¡Imagínese, escaleras arriba con esos cubos! Además, allá arriba ellas sólo pueden tener dos cubetas. Entonces, necesitan agua para el baño, para lavar, para limpiar, y no tienen nada. Tienen que cargarla desde el primer piso hasta el tercer piso, escaleras arriba”, denunció la activista, madre de la joven prisionera política.


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