Muere escritor cubano Antón Arrufat, otro que negó la represión en Cuba

El escritor cubano Antón Arrufat falleció este 21 de mayo en La Habana según confirmó el periodista oficialista Pedro la Hoz en Facebook.

El Ministerio de Cultura cubano ofreció sus condolencias a familiares y amigos del artista.

El poeta, dramaturgo y ensayista de 87 años fue uno de los artistas censurados por el castrismo en sus primeras décadas. Por su obra de teatro Los siete contra Tebas el régimen lo condenó durante 14 años y no fue hasta 2007 que la obra pudo estrenarse, bajo la dirección de Alberto Sarraín.

Sin embargo, el santiaguero firmó en octubre de 2022 una declaración de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) que negaba la represión en la isla durante las protestas pacíficas ocurridas entre el 29 de septiembre y el 1 de octubre.

La misiva fue publicada bajo el título “Mensaje de educadores, periodistas, escritores, artistas y científicos cubanos a sus colegas de otros países” y su objetivo era encubrir ante la opinión pública internacional la represión a las últimas protestas pacíficas en la isla.

Arrufat nació en Santiago de Cuba en 1935. A la edad de 11 años se trasladó con sus padres a la capital. En 1979 se graduó de Artes y Letras en la Universidad de La Habana.

Tras salir del ostracismo, como otros escritores de esa época, el régimen lo premió con el mayor galardón de las letras cubanas: el Premio Nacional de Literatura (2000).

Obtuvo varios premios de la Crítica Literaria, uno en 1985, dos en 1987 y el último en el 2000 por La noche del aguafiestas, novela con la cual alcanzó, también en 2000, el Premio Alejo Carpentier.

En 2005 le confirieron el Premio Iberoamericano de Cuento Julio Cortázar que concede el Instituto Cubano del Libro, por el relato El envés de la trama.

Esta semana, el 18 de mayo, también murió el funcionario castrista Iroel Sánchez, conocido por su papel en la censura cultural y por atacar con difamaciones a las voces críticas del gobierno comunista. 

Sánchez, de 58 años, era graduado de ingeniero informático por la CUJAE, pero fue conocido por su trabajo de funcionario cultural, propagandista del castrismo y director de programas de la televisión oficial como “La pupila asombrada”.

Desde su blog inició campañas contra opositores, periodistas independientes e intelectuales disidentes.