“Es una burla”: madre de presa política Brenda Díaz responde mentiras de Mariela Castro
Mariela Castro, directora del Cenesex, aseguró que el caso de la mujer trans Brenda Díaz, condenada a 14 años por manifestarse en julio de 2021, es una “historia sobredimensionada”
Actualizado: May 5, 2023 12:12pm
Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba (Cenesex), aseguró este miércoles que el caso de la mujer trans Brenda Díaz, presa política por las manifestaciones de julio de 2021 (11J), es una “historia sobredimensionada”.
La hija del general Raúl Castro, quien acostumbra a blanquear la represión de homosexuales durante la dictadura de Fidel Castro, dijo a la agencia de noticias EFE que la joven recluida en la sección masculina de la cárcel Cuba-Panamá, para personas con VIH, es una “historia sobredimensionada y llena de fantasías”.
Brenda Díaz fue sentenciada a 14 años de cárcel por supuestos “desórdenes públicos y sabotaje” durante las protestas antigubernamentales. En un segundo juicio celebrado recientemente le agregaron otros siete meses de condena por un presunto “desacato”, tras recibir una golpiza en la cárcel, según denunció su madre.
Los procesos contra manifestantes del 11J y otros detenidos por motivos políticos han sido calificados por familiares, activistas y organizaciones de derechos humanos como “farsas judiciales”.
“Brenda está muy bien ahí [en prisión] (...) [ella] no sabe que es una figura mediática que han inventado contra Cuba. Ni se ha enterado de eso”, aseguró Mariela Castro al ser preguntada, durante la presentación de las XVI Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia, sobre las denuncias de abusos en la cárcel realizadas por Díaz en cartas o por su madre, Ana María García.
Acerca de lo dicho por Castro, la madre de Brenda Díaz declaró a ADN Cuba que “todo eso es como una burla, porque ella [Mariela Castro] sí sabe bien claro cómo la pasan en las prisiones las personas; y más Brenda siendo seropositiva. Yo tuve que buscarle los medicamentos a Brenda porque los medicamentos retrovirales solo se los dieron los tres primeros meses en la cárcel”.
En cambio, la directora del Cenesex afirmó ante la prensa internacional que “su mamá, incluso, expresó que se sentía muy tranquila de que Brenda siga ahí”.
Castro calificó las informaciones sobre el caso como “chismecitos” y como un “show mediático de la prensa y las agencias corporativas”. “Da pena que se siga reproduciendo la misma mentira para atacar a Cuba con esta historia”, agregó Mariela Castro.
“¿Cómo yo voy a estar feliz estando mi hija presa?”, respondió Ana María García, en diálogo con ADN Cuba.
“Y [dice Mariela] que en la prisión se come mejor que en la calle, eso también es mentira. No entiendo por qué esa señora hizo todas esas declaraciones falsas, porque todo el mundo sabe que es mentira”.
La directora del Cenesex, que visitó hace unas semanas la prisión en donde se encuentra Díaz, dijo que su institución oficial trabaja con las autoridades carcelarias para “asesorar” sobre el trato a personas de la comunidad LGBTIQ privadas de libertad. Castro firma que ha recibido “opiniones muy favorables” sobre su trato, informó EFE.
También aseguró que reciben “una alimentación muy buena, mejor que la que tienen sus familias”, y que a las personas trans se les permiten “expresiones corporales de acuerdo con su identidad”.
Por su parte, Ana María García desmintió a Mariela Castro y denunció que Brenda Díaz “presenta gastritis crónica e infección en los riñones y todas las medicinas tengo que buscárselas aquí en la calle porque ahí [en la cárcel] no se las proporcionan”.
“También mi hija ha sido maltratada verbal y físicamente, y ha sido agredida dentro de la prisión en varias ocasiones. Cuando Mariela fue a la prisión a Brenda la escondieron, estuvo 45 minutos en una oficina e incluso le dieron derecho a llamarme para mantenerla entretenida y que no la viera”, aseguró la madre a ADN Cuba.
Lo que esconde Mariela Castro
Camila Rodríguez, coordinadora del Grupo de trabajo sobre detenciones políticas Justicia 11J, dijo a esta redacción que ella y el equipo de la ONG han cotejado “correspondencia y audios en los que Brenda comenta en primera persona las vejaciones contra ella y otras personas que dentro de la prisión son discriminadas y violentadas por sus orientaciones sexo-genéricas”.
Rodríguez apunta que “la situación en las prisiones del país dista de la presentada por Mariela Castro. Cada mes, son cerca de un centenar las denuncias sobre las pésimas condiciones higiénico-sanitarias, y sobre torturas y malos tratos”.
La defensora de derechos humanos agregó, en conversación con ADN Cuba: “A quienes participan en las XVI Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia me gustaría hacerles saber que las prisiones cubanas son únicamente fiscalizadas por instituciones y funcionarios del régimen, y que se ha negado la entrada de manera sistemática tanto a organizaciones internacionales de defensa de derechos humanos como a actores de la sociedad civil”.
“Eso es un síntoma indudable de que las cosas no están bien”, afirmó Rodríguez, quien no cree que la aprobación de un nuevo Código de Familias que reconoce el matrimonio igualitario y otros derechos, sea suficiente para asumir que en Cuba se respetan a la comunidad LGBTIQ.
“Brenda está en un penal para hombres, fue rapada y desprovista de su vestido, en claro irrespeto a su identidad de género”, denunció.
Camila Rodríguez apuntó que, además, Brenda Díaz “permanece aislada en un penal para personas con VIH, sin que este criterio de separación indique que se recibirá atención médica y alimentaria diferenciada; en la práctica este criterio sólo contribuye a reforzar los estigmas que tristemente todavía persisten al interior de la sociedad”.
La coordinadora de Justicia 11J cuestionó la cobertura a las violaciones de derechos humanos que dan los medios extranjeros autorizados por el gobierno comunista a tener sus corresponsales en Cuba, el país peor calificado de las Américas en cuanto al índice de libertad de prensa de Reporteros Sin Fronteras.
En opinión de Rodríguez, “no es ético solo mencionar una intervención (manipulada y falseada) de un represente del régimen, cuando la sociedad civil cubana y los ciudadanos violentados en general no disponemos de canales para hacer efectivo un derecho a réplica”.