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Fastuosa vida de lujos y privilegios exhibe novia de Nieto del difunto dictador Fidel Castro

Laura Daniela Álvarez, novia de Sandro Castro -nieto del fallecido dictador Fidel Castro- no repara en exhibir a través de sus redes sociales una vida plagada de ostentosos lujos y privilegios.

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Vida lujosa de novia de Sandro Castro
IG/Laura Daniela Álvarez | Laura Daniela Álvarez

Actualizado: February 10, 2024 6:56pm

Mientras el cubano de a pie languidece ante la peor crisis económica en décadas, Laura Daniela Álvarez, novia de Sandro Castro -nieto del fallecido dictador Fidel Castro- no repara en exhibir a través de sus redes sociales una vida plagada de ostentosos lujos y privilegios.

Según un detallado artículo de Cubanet, joyas carísimas, fragancias de diseñador, salidas a elegantes restaurantes, sesiones de spa y viajes al exterior, son apenas una muestra del estrafalario tren de vida que lleva esta joven a costa de su relación amorosa con el vástago de la dinastía Castro.

Graduada de veterinaria y estudiante de pestañería, Laura Daniela suele aparecer en Instagram engalanada con pulseras y dijes de la prestigiosa firma Pandora, cuyo precio individual ronda los 50 dólares.

De su cuello también cuelgan collares de esa marca y de la española Tous, así como lentes de sol Prada de 600 dólares. ¿La fuente de semejantes ingresos? Todo apunta a su noviazgo con el heredero castrista.

El derroche se extiende a costosísimas fragancias que adornan el baño de esta singular pareja. Entre ellas destacan perfumes Dior de 170 dólares y aguas de colonia de la italiana Tous que alcanzan los 100 dólares.

Sumando más "sacrificios" a su apretada agenda entre la universidad y el gimnasio, Laura Daniela se da tiempo para visitar exclusivos salones de belleza y centros de masajes en La Habana donde, al parecer con regularidad, se aplica tratamientos faciales, de pestañas, depilación y mascarillas rejuvenecedoras.

Tampoco escatima a la hora de salir a cenar a elegantes restaurantes de la capital cubana, cuyas cartas triplican el mísero salario mensual promedio del isleño de a pie.

Mientras los cubanos hacen malabarismos con decenas de dólares para subsistir entre apagones y desabastecimiento, esta afortunada joven que conquistó el corazón de un Castro vive ajena a las penurias que agobian a su pueblo. Sus lujos son el mejor termómetro de la acuciante desigualdad que fractura a la sociedad cubana seis décadas después del triunfo revolucionario.


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