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Roban restos humanos y profanan tumbas en Cementerio de Matanzas

Varias familias denuncian el robo de restos humanos y la profanación de las tumbas de sus seres queridos en el Cementerio San Carlos Borromeo

Actualizado: Fri, 01/20/2023 - 18:04

Varias familias denuncian el robo de restos humanos y la profanación de las tumbas de sus seres queridos en el Cementerio San Carlos Borromeo, de la ciudad cubana de Matanzas, de acuerdo con un reportaje del periódico estatal Girón.

María Esther Torres Ramírez acudió al camposanto el 3 de enero a dar sepultura a su madre, pero se encontró con un escenario dantesco: “Cuando llegamos a la bóveda vimos varias cajas abiertas a las que les faltaban los restos. Había huesos por dondequiera, parece que les cogieron las cabezas y las articulaciones a las personas. Yo nunca había visto cosa igual en mi vida”.

La ciudadana contó al medio citado que dejaron allí con temor el cuerpo de su madre, “pero regresamos al día siguiente para comprobar que estaba. No entiendo cómo puede haber gente tan cruel y despiadada”.

De acuerdo con el periódico Girón, en la necrópolis de San Carlos Borromeo “existen las condiciones propicias” para delitos que van “desde el robo de elementos de las bóvedas hasta la profanación de estas para extraer huesos con fines religiosos”.

El camposanto matancero es el tercero más importante de Cuba en cuanto a valor patrimonial, tanto por su arquitectura como por las tumbas de personalidades que alberga, como los poetas Bonifacio Byrne y José Jacinto Milanés, y el músico Miguel Failde.

Según José Ángel García Rodríguez, conservador de Patrimonio que también funge como administrador del cementerio, declaró que la vigilancia disponible no es suficiente. El cementerio no tiene suficientes custodios: apenas 10 personas velan en turnos de 24 por 72 horas, cuando hacen falta al menos 20 para cubrir los 135 000 metros cuadrados del terreno.

Además, como el cementerio esta oscuro, la guardia se concentra en el área de la entrada, donde permanece un custodio durante el día y dos por la noche.

“Solo existe una luz en la capilla principal. A eso se añade la falta de un muro que impida la entrada de personas por el lateral derecho”, dijo García Rodríguez.

Admite que se han reportado frecuentes robos de argollas de bronce, un aditamento del que disponen muy pocas bóvedas. También “se daban” casos de sustracciones de huesos para ceremonias religiosas, señaló el actual administrador.

Beatriz Milián Robaina, residente en Pueblo Nuevo, denunció que “es la segunda vez que profanan la tumba” de su familia. “La primera fue hace unos años. Cuando llegué me encontré todo regado: las velas, los vasos, las flores… Llamé al administrador y no tuvo respuesta para darme”, declaró.

“Hace cuestión de un mes me avisaron que la tapa de una de las cajas donde se guardan los restos estaba partida. Cuando fuimos allí nos percatamos de que se habían robado las argollas y estaban esparcidos los huesos en el piso. Tuvimos que remendar aquello".

“Aquí se han llevado y roto hasta los angelitos. Quisimos hablar con el administrador, pero no estaba y no lo buscamos más. Como habitante de esta urbe me pregunto por qué el camposanto, donde descansan héroes y seres queridos, no tiene la misma vigilancia que otros lugares de la ciudad”, asegura Milián Robaina.

El nuevo código penal, recientemente entrado en vigor, establece en el artículo 233 de la Ley 151 de 2022, el delito de exhumaciones ilegales, que reza que “quien, sin cumplir las formalidades legales, realice o haga realizar una exhumación o el traslado de un cadáver o de restos humanos, incurre en sanción de privación de libertad de seis meses a un año o multa de cien a trescientas cuotas, o ambas”.


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