Preso político incomunicado: "Tendría que llamar con un guardia respirándole en la nuca":

El preso político Maikel Puig Bergolla se niega a realizar llamadas telefónicas con un guardia vigilándolo en la cárcel de Quivicán, en la provincia de Mayabeque, por lo que está incomunicado hace dos semanas, denunció su esposa Saily Núñez.

La última llamada que realizó el recluso fue el pasado 25 de mayo, en la que alertó que las autoridades del penal "habían desaparecido" a sus compañeros Roberto Pérez Fonseca, Aníbal Yasiel Palau Jacinto y Juan Enrique Pérez Sánchez.

Como represalia por esta denuncia, los funcionarios de Quivicán le suspendieron las llamadas telefónicas diarias y solo le permiten llamar los sábados, acompañado de un guardia.

En protesta ante este nuevo acto represivo, Puig Bergolla decidió no realizar más llamadas.

Su esposa apenas puede tener información de él cuando acude a las visitas familiares, una vez al mes. La última vez que lo vio fue el 5 de junio. Ahora deberá esperar a julio para visitarlo nuevamente.

"Aunque ustedes intenten silenciar a mi esposo, conmigo no podrán hacerlo y si toca esperar todo un mes para saber qué pasa con él, no olviden que de igual forma yo no me cansaré de denunciar. Son de lo peor, no les importa el sufrimiento de sus hijos que ni tan siquiera pueden escuchar la voz de su padre. Sé que leerán esto y dirán: eso es mentira Maikel Puig Bergolla sí puede llamar lo que él no quiere, pues claro que no, porque tendría que hacerlo con un guardia respirándole en la nuca. Un día pagarán tanto daño. Sigo exigiendo libertad", expresó Núñez en redes sociales.

Tras su última visita, Núñez contó a ADN Cuba que la represión contra los prisioneros políticos en el penal continúa luego de que un grupo de ellos realizara una huelga de hambre a propósito del viaje del Alto comisionado de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, a La Habana.

"Además, han estado sin darle sus medicamentos para la diabetes, hipertensión y tiene una condición psiquiátrica. Está siendo desatendido. Tampoco le entregan prácticamente uniformes ni otros insumos como sábanas, toallas, colchones", agregó la esposa.

Puig Bergolla fue condenado a 12 años de prisión solo por observar las manifestaciones del 11 de julio de 2021 en el poblado de Güines, provincia de Mayabeque.

Las autoridades lo acusaron de los presuntos delitos de desorden público, desacato, instigación a delinquir y asesinato en grado de tentativa.