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Muere en EEUU Ángel Fournier, mejor remero cubano de todos los tiempos

El deportista tenía 35 años y se había radicado en Estados Unidos, donde esperaba reunirse con su esposa y sus hijos pequeños

Actualizado: Thu, 03/16/2023 - 16:25

Ángel Fournier, el mejor remero cubano de la historia, murió este jueves 16 de marzo de 2023 a causa de un infarto, según confirmó el medio oficial Cubadebate.

El deportista tenía 35 años y había emigrado recientemente a los Estados Unidos, donde decidió residir porque, aunque era considerado una “gloria del deporte nacional”, en Cuba no recibía las atenciones que por su condición de atleta de élite cabría esperar.

El exmiembro del equipo Cuba de remo nació en 1987 en el municipio Caimanera, provincia de Guantánamo. Empezó en esta disciplina con 12 años, aunque también practicó baloncesto y béisbol, pero finalmente optó por el remo, donde consiguió todos sus triunfos.

Fournier se destacó en la modalidad de single sculls, en la que logró tres medallas en Campeonatos Mundiales: plata en Chungju 2013 y Sarasota 2017, y bronce en Amsterdam 2014, reseña Cubadebate. También fue cuatro veces campeón panamericano en Guadalajara 2011, Toronto 2015 y Lima 2019, y finalista olímpico en Londres 2012 y Río 2016.

Julio González Pagés, investigador, ensayista y profesor de la Universidad de La Habana, ha sido uno de quienes lamentan hoy el fallecimiento de Founier: “Una noticia muy triste la muerte hoy de un infarto de Ángel Fournier Rodríguez (EPD 1988-2023) un amigo y atleta que nos acompañó muchas veces en el trabajo de la Red de Masculinidades”, escribió en Facebook.

“Fourier era el remero cubano con mayores lauros a nivel mundial, panamericano y centroamericano, además de finalista olímpico. EPD campeón siempre en nuestros corazones”, agregó González Pagés.

En enero último, Founier aseguró desde Estados Unidos, en conversación con la reportera deportiva Julia Osendi, que los atletas se van de la isla porque allí “todo es mentira, no pagan, viven de historias”.

Explicó en la entrevista que había tomado su decisión porque el deporte “pasa” y la familia queda, y él está viviendo otro plano de su vida, “el de padre, el de esposo, el de hijo”.

“Yo tengo que ver a mis hijos crecer, darles un futuro y, ¿dónde mejor que en Estados Unidos? (…) podemos escribir un libro con cinco tomos, con historias disímiles y todas finalizando de igual forma: 'no me han dado, necesito, no tengo techo, no tengo en qué moverme, no me pagan'”, dijo entonces.

El exremero cubano contó cómo algo tan “elemental” como los uniformes de las delegaciones deportivas son “un dolor de cabeza”.

“Primero, la Adidas, luego la Puma, más tarde la Li- Ning. Las tres se fueron. ¿Quién vestirá a Cuba ahora? Todo es mentira, no pagan, viven de historias que nadie cree. "Dame que después te pago" y… ¡Nunca pagan! Por eso se van jóvenes buscando un futuro que no tienen”, prosiguió.

El exatleta defendió la idea de que la “calidad de vida” siempre se impondrá a cualquier politiquería y dijo que en el “capitalismo” los atletas entrenan, se esfuerzan y reciben grandes beneficios: “No hay tensión, no hay represión. No se puede tapar el sol con un dedo”, añadió.

Fournier declaró entonces que su familia era su vida, a pesar de la distancia y la separación. El deportista esperaba reunirse con su esposa, la también remera Yusmary Mengana, tricampeona panamericana y medallista en Copas del Mundo. Le sobreviven dos hijos, un niño de dos años y una hija de cinco años de edad.