Estados Unidos hacia la normalización con Cuba: reanuda trámites migratorios en embajada en La Habana

En un giro significativo, Estados Unidos anunció su decisión de reabrir una oficina de tramitación de solicitudes migratorias en La Habana, con lo que se pone fin a un cierre que se había extendido por cinco años. Esta medida, enmarcada en un contexto de delicados equilibrios diplomáticos, busca frenar el aumento alarmante en el número de cruces irregulares en la frontera sur y brindar vías legales y seguras para aquellos que buscan alivio humanitario en suelo estadounidense.

La oficina, bajo la administración del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS, por su sigla en inglés), desempeñará un papel crucial en la evaluación de solicitudes para programas de reunificación familiar y para familiares de refugiados o asilados. Además, se encargará de facilitar otros servicios, como la tramitación de casos de refugiados y la recolección de datos biométricos para solicitantes de la visa U, destinada a víctimas de actos criminales.

Alejandro Mayorkas, Secretario de Seguridad Nacional, destacó los objetivos esenciales de esta reapertura. Además de reducir los cruces irregulares en la frontera, se espera privar a los traficantes de personas de sus recursos y, sobre todo, simplificar el acceso a vías legales y ordenadas para aquellos que buscan una nueva oportunidad en Estados Unidos.

El impacto directo de esta medida se hace evidente al analizar el preocupante aumento del número de cubanos que han cruzado la frontera sur en los últimos años. Datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) señalan un incremento significativo: de 38,139 arrestos de cubanos en el año fiscal 2021, se disparó a 220,321 en 2022, y a más de 110,000 en los primeros nueve meses del año fiscal actual (octubre de 2022 a junio de 2023).

Este aumento de la migración cubana ha llevado al Gobierno de Joe Biden a adoptar una serie de medidas, buscando un equilibrio entre medidas punitivas y beneficios migratorios. La expulsión de cientos de migrantes cubanos a México desde mayo, como parte de un acuerdo con el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, es un ejemplo de esta estrategia.

Paralelamente, Estados Unidos reintrodujo el programa de reunificación familiar para cubanos el año pasado, que permite a familiares de ciudadanos o residentes estadounidenses entrar al país, y ha establecido un permiso humanitario especial que otorga a los cubanos el derecho a trabajar legalmente por dos años.

Este anuncio es un hito en los acercamientos diplomáticos entre la Administración de Biden y La Habana, en especial en cuestiones migratorias. La reapertura de esta oficina se suma a la reanudación de servicios consulares y a la tramitación de ciertos tipos de visados por parte de la embajada de Estados Unidos en Cuba a principios de año, lo que marca un cambio en la dinámica bilateral que se había visto interrumpida durante el mandato de Donald Trump.