Castrismo aumenta en 12 dólares pensión de veteranos de Girón y el Escambray

Autoridades del municipio Jaruco, en la provincia cubana de Mayabeque, anunciaron recientemente que aumentarán en unos 12 dólares las pensiones mensuales de los veteranos que combatieron en las filas del régimen de Fidel Castro durante los conflictos armados de Bahía de Cochinos, la guerra del Escambray y las intervenciones militares en el extranjero.

“La Dirección Municipal de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana [ACRC] en Jaruco informó que, en los próximos meses de 2023, alrededor de 300 combatientes del territorio recibirán un incremento de sus pensiones”, publicó en redes sociales la emisora local.

Según la nota de Radio Jaruco, “el beneficio” abarca a los veteranos que repelieron el desembarco de la Brigada 2506 por Bahía de Cochinos (1961), también conocida como la batalla de Playa Girón; a los milicianos que participaron en la guerra contra los guerrilleros anticastristas en las montañas del Escambray (1960-1966); y a los “combatientes internacionalistas jubilados por edad”.

De acuerdo con José Tamayo, presidente de la ACRC en Jaruco, los exmilitares recibirán en su pensión actual un incremento de 1 528 pesos cubanos, lo que equivale a unos 12 dólares estadounidenses al cambio oficial, pero solo a unos ocho dólares según la tasa del mercado negro, predominante en Cuba.

Tamayo aseguró que los beneficiados son “compañeros con una extensa trayectoria militar y revolucionaria” y calificó el incremento como “una justa decisión” del régimen del Partido Comunista, “que sigue sistemáticamente la implementación de la Tarea Ordenamiento”, según Radio Jaruco.

Desde junio de 2021 el Grupo de Trabajo Temporal para la Tarea Ordenamiento, una comisión oficial encargada de implementar un paquete de drásticas medidas económicas que dispararon la inflación y profundizaron la desigualdad en Cuba, aprobó elevar las pensiones a los veteranos del castrismo.

Según las autoridades cubanas, serían beneficiados 12 379 combatientes del Ejército Rebelde y los grupos clandestinos que se enfrentaron antes de 1959 a la tiranía de Fulgencio Batista, entre otros sectores militares que sirvieron posteriormente al dictador Fidel Castro y a su hermano, el general Raúl Castro.

A pesar de la propaganda del Gobierno cubano, que dice ocuparse de sus veteranos, en redes sociales y medios independientes son frecuentes las denuncias de antiguos combatientes abandonados a su suerte.

En enero último ADN Cuba informó sobre la situación de Rigoberto Sarmiento Guerrero, un anciano de 86 años, exintegrante del Ejército Rebelde y fundador del Partido Comunista, que llevaba más de 20 días en cama, enfermo de cáncer y sin medicamentos ni asistencia médica especializada, según denunció su hijo Rigoberto Sarmiento Gómez.

Otro caso es el de Carmen Alma, viuda de un guerrillero que participó en la lucha contra Batista y hoy se encuentra en extrema pobreza.

Algunas historias de veteranos han tenido un final trágico, como la de Ángel Pacheco Soublet. El excombatiente de la intervención militar cubana en Angola se suicidó en mayo de 2022 a sus 83 años, en la ciudad de Las Tunas, tras ser multado con 4 000 pesos por un inspector estatal y no tener cómo pagar la sanción.

Pacheco, quien ganaba entonces una pensión de 1 500 pesos mensuales, vendía frutas y vegetales para ayudar a mantener a su esposa, postrada en una cama.