Árbitro cubano deja la Serie Nacional por los pésimos salarios

El árbitro cubano Reynol Alfonso anunció que dejaría su labor como imparcial en las Series Nacionales de Béisbol, tras varios años dedicados a esta función, por el pésimo salario que perciben.

En una publicación en su perfil de Facebook Alfonso señaló que aunque era “doloroso dejar algo que uno ama”, no podía seguir trabajando sin ser estimulado. El árbitro había regresado a la pelota en ocasión de la 62 Serie Nacional, después de siete años de ausencia, tras gestiones del ex árbitro César Valdés, actual supervisor de los jueces en la Federación Cubana de Béisbol (FCB).

“Te obligan, te llevan contra la pared y no te puedes defender (...) ya no más, no soy esclavo de nadie para trabajar y no ser estimulado”, escribió.

Su desempeño en la temporada pasada del béisbol cubano fue tan sobresaliente que lo escogieron para arbitrar varios encuentros de la postemporada, algunos de ellos como principal en el home plate. De allí que su renuncia como árbitro en Series Nacionales haya causado revuelo entre sus colegas y entre la fanaticada.

En entrevista con el diario capitalino Tribuna de La Habana, Alfonso amplió el porqué de su decisión y dio más detalles sobre la pésima situación del salario para los árbitros en el principal evento deportivo del país.

“El salario de un árbitro es muy bajo. Yo, que era segundo hombre del grupo de Omar Peralta, ganaba apenas 80 pesos por juego, el tercer hombre 70 y el cuarto 60. Los jefes de grupo ganan 100. Imagínate que en el playoff de Industriales y Santiago de Cuba me pagaron 50 pesos por trabajar en el home-plate y nadie se preocupa por arreglar esto”, contó.

Alfonso recordó que, con la situación crítica de Cuba, con “50 pesos no puedes comprar nada”. “Jamás se preocupan por el salario de los árbitros y saben de sobra que es muy poco”, insistió.

El árbitro cubano reveló que su salario en la 62 Serie Nacional fue de 1600 pesos mensuales, lo que se equipara con la jubilación de cualquier anciano en la isla, y manifestó que lo único que los motiva a continuar en la profesión es el amor por el béisbol, porque el salario no alcanza.

“Los árbitros necesitamos que nos atiendan, que se preocupen por nosotros porque somos parte importante del juego de béisbol. Necesitamos que los salarios estén acorde con los tiempos que estamos viviendo. Por otra parte yo vivo solo, a los peloteros les dan una jaba con todo y a nosotros nada. No es justo”, añadió.

Este mismo año, el toletero cubano Rafael Viñales, de los Leñadores de Las Tunas y Agricultores en la pelota nacional, decidió alejarse del alto rendimiento en la isla, a pesar de haber ganado el premio al jugador “más valioso” en la I Serie Élite de esta disciplina, finalizada a inicios de febrero.

En entrevista con el reportero Orlando Cruz, el tunero declaró que la razón principal para abandonar la pelota cubana es “la situación económica en la que estamos”.

“Creo que es algo muy incómodo y muy difícil y me parece que ahí (Serie Nacional) no la voy a resolver. A pesar de que el béisbol es lo que me gusta, me dedicaré a otra cosa que me permita ayudar a mi familia”, manifestó el pelotero.