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Embarazada denuncia desatención de autoridades ante crítica situación de su vivienda

Danaray Morales denunció a ADN el riesgo que corre su familia ante al inminente derrumbe de su vivienda. A pesar de sus múltiples solicitudes a las autoridades, no ha logrado solucionar su situación.

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Joven embarazada de 19 años
Foto enviada a ADN Cuba | Danaray Morales, joven embarazada de 19 años

Creado: January 23, 2025 8:55am

Actualizado: January 23, 2025 11:21am

Una joven cubana de 19 años, quien se encuentra en estado de gestación y con múltiples padecimientos, acudió a ADN Cuba para denunciar la falta de respuesta de las autoridades ante el inminente peligro de derrumbe de su vivienda, donde habita junto a seis familiares.

Danaray Morales Carricaburus comparte la deteriorada vivienda, ubicada en Aguacate 69, entre Empedrado y Tejadillo, en la Habana Vieja, con sus abuelos, de 58 años; su madre; su hermana, de 14 años, y otros familiares.

Las imágenes compartidas por la embarazada a ADN, quien tuvo que abandonar sus estudios preuniversitarios para ponerse a trabajar, revelan el interior de una habitación en condiciones de extremo deterioro.

El espacio presenta múltiples signos de daños estructurales, el suelo está completamente cubierto de escombros y agua, con objetos personales dispersos de manera desordenada. 

La joven, que sufre de asma, hipertensión y problemas visuales, describió las críticas condiciones que enfrenta: "Ya la situación empeoró hasta el punto de que casi pierdo la vida por una viga que casi me mata".

El deteriorido estado de la cubierta de la vivienda provoca filtraciones cada vez que llueve. En videos y fotos enviadas por Morales se observa su colchón mojado y el piso inundado. 

La situación llegó al punto de afectar, incluso, los preparativos para la llegada de su hijo: "La ropa del bebé y la cuna se han podrido por los constantes aguaceros", lamentó.

"He ido a todas las instituciones estatales y nadie me hace caso. Mi casa está hace más de un año en peligro de derrumbe", insistió la joven, quien comentó a ADN que había ido al Gobierno, a la Dirección de Vivienda de La Habana Vieja, además de escribirle a varias autoridades, sin que haya recibido respuesta.

La situación es particularmente alarmante ya que su embarazo es de alto riesgo. "Tengo un pesario puesto por amenaza de aborto, soy hipertensa y llevo todo el embarazo esperando una acción del gobierno y nada", manifestó.

Según su testimonio, la única respuesta recibida por parte de las autoridades fue la propuesta de trasladarla al hospital materno y a sus abuelos a un asilo, sin una solución para el resto de su familia. "Aquí en este pedacito vivimos 7 personas y ya llueve más adentro que afuera", describió la joven.

En su más reciente interacción con las autoridades, Morales Carricaburus señaló con frustración: "Hoy mandaron a un asistente social con una jaba de hierbas. Yo no he pedido comida, yo estoy pidiendo ayuda porque la casa se me va a caer arriba".

Su caso es solo uno de tantos que evidencian la desprotección de los ciudadanos cubanos frente a la incapacidad del régimen.

En 2024 Cuba incumplió su plan de construcción de casas. Un informe presentado durante la reunión de la Comisión de Industria, Construcciones y Energía en La Habana en diciembre de 2024 reveló que, de las 8,331 unidades habitacionales programadas para completarse ese año, 3,461 aún no comenzaban su construcción, lo que dejó a 59 municipios sin cumplir sus objetivos de vivienda.

La situación es tanto más grave si se toma en cuenta que solo el 65% de los más de cuatro millones de viviendas existentes en la isla se encuentran en "buen estado técnico".

La calidad de las construcciones también genera preocupación: apenas el 8.5% de las viviendas edificadas hasta la fecha utilizan soluciones de muros y ladrillos, mientras que, de las pendientes por terminar, solo el 14% incorporará estos materiales resistentes. Este hecho es improcedente en un país frecuentemente afectado por huracanes y tormentas tropicales. 

La capital cubana emergió como la región más afectada, con un elevado número de habitantes sin perspectivas de ver sus viviendas reconstruidas o iniciadas al término de 2024. La vulnerabilidad del fondo habitacional habanero se evidenció en los frecuentes derrumbes que ocurrieron, incluso, tras lluvias moderadas.

Los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) revelan un contraste significativo en las prioridades de inversión en Cuba: mientras el sector hotelero continúa recibiendo importantes recursos, el país enfrenta una severa crisis en su fondo habitacional.

Esta orientación de las inversiones hacia el sector turístico resulta llamativa considerando la notable disminución en la llegada de visitantes internacionales y el deterioro generalizado de las viviendas en la isla.

La aparente desconexión entre las inversiones estatales y las necesidades más apremiantes de la población se hace más evidente en un contexto donde miles de ciudadanos viven en condiciones precarias o en inmuebles con riesgo de derrumbe.