Las obras abandonadas del escultor Rolando López Dirube, otra deuda de Cuba con sus artistas
Decenas de esculturas monumentales y obras de arte que otrora fueron el centro de la vida urbanística en Cuba, ahora están abandonadas a su suerte
Actualizado: November 29, 2024 1:49pm
Desde hace mucho tiempo el régimen ha dejado abandonado al pueblo de Cuba a su suerte. Ya no sólo a su sociedad, a sus ancianos, a sus niños, a la educación y la salud: también a su arte, a su patrimonio, a su arquitectura. La obra escultórica y monumental de decenas de artistas que otrora formaron parte de la visualidad de edificios, complejos urbanísticos o avenidas citadinas, hoy son o un montón de escombros o una ruina de lo que fueron. La culpa, como viene siendo costumbre, cae en saco hueco.
Rolando López Dirube (1928-1997) fue un escultor cubano reconocido por su destacada obra artística y su contribución al mundo del arte. Dirube dejó una huella significativa en el ámbito de la escultura y otras formas de expresión artística. Su obra, diseminada por Cuba, hoy está abandonada y descuidada en algunos casos, y en otros, modificada, descontextualizada, al margen de lo original.
Entre sus trabajos en la isla destacan los de la casi destruida iglesia ubicada en el reparto de la Playa Santa María. También, la escultura que alguna vez estuvo en el centro de las escaleras del Hotel Habana Riviera (1957).
López Dirube fue prolífico en los años anteriores al castrismo, cuando hizo sus obras en varios edificios residenciales del reparto Sevillano; en el lobby de la Ciudad Deportiva (1958); en el frente del Hospital Instituto ASCLEPIOS, en Paseo y 17 del Vedado; en el colegio Roberto Poland en el Casino Deportivo (una esculto-pintura de 1959), todas en la capital del país.
Recientemente en redes se mostró preocupación por el estado de una escultura monumental del artista que forma parte del desaparecido pórtico que se construyó a finales de los 50s para la malograda Urbanización Naroca de la Boca de Jaruco (actual provincia de Mayabeque, en el occidente de la isla).
"Escultura monumental de Rolando López Dirube en la Vía Blanca. Fue la entrada de un reparto en la zona de Jaruco que quedó abandonado. Testigo de cómo va desapareciendo los rastros de modernidad en Cuba por la desidia e incapacidad del régimen. Es un país en disolución", denunció hace pocos días en un post de Facebook el historiador de arte y curador independiente Rafael DiazCasas.
Pero no es la primera referencia en redes sociales al abandono sobre el complejo escultórico del artista cubano.
"(El monumento) se ha mantenido relativamente estable hasta que un camión lo impactó y destruyó el arco, precipitándose sobre la escultura, causando daños sobre la integridad del cuerpo de la obra, y la desaparición del arco-viga que daba coherencia al conjunto.", se lee en una publicación de hace unos meses atrás en el repositorio de imágenes Flickr.
César O. Gómez López, el dueño de las fotografías que acompañan el texto, añade: "A día de hoy urge su conservación, ante un futuro incierto y la inminente destrucción de la esencia del aporte de López Dirube. Creo que poseemos la mayor obra de arte ejecutada por Dirube, y aún no alcanzamos apreciarlo".
El reclamo por esta "desconocida y poco valorada escultura de Dirube, que tal vez podría ser la mayor en Cuba.", volvía a llegar de Gómez en un grupo de fotografías cubanas publicadas en redes sociales en 2023. En esa oportunidad Gómez señaló que el escultor vivió la otra mitad de su vida en Puerto Rico, y se lamentó diciendo que "hay que ver con el celo que custodian allí su legado".
Sobre la obra mayor de Lápez Dirube, el arquitecto y urbanista cubano Carlos Alberto Fleitas explicó en exclusiva para ADN Cuba que "lo más emblemático de este grupo escultórico fue su uso como parte del pórtico de entrada al complejo urbano. Este «matrimonio» entre la escultura y el conjunto residencial de la época simbolizaba la unión de dos artes, consolidando un bello vínculo entre el arte plástico y la arquitectura moderna cubana, creado durante la época dorada del diseño residencial".
Durante la época en que se proyectaron múltiples zonas residenciales en las afueras de La Habana, muchas de ellas -dice el urbanista- incorporaron obras de arte para realzar sus accesos. "Estas piezas no solo daban la bienvenida a los residentes y visitantes, sino que también convertían la entrada en un espacio de celebración, a menudo a través de un pórtico escultórico. Un ejemplo notable de este enfoque es el complejo residencial Brisas del Mar, que, en un estilo más clásico, también encarna ese «matrimonio» entre el arte y la arquitectura", refiere Fleitas.
Este proyecto (Urbanización Naroca) forma parte del legado de iniciativas urbanísticas que buscaban integrar diseño, modernidad y funcionalidad, reflejando los ideales arquitectónicos y sociales de la Cuba de mediados del siglo XX.
A principios de año, el Museo Servando Cabrera Moreno realizó un encuentro para presentar el inventario de las obras del multifacético artista visual que aún existen a lo largo de la ciudad, como referente para que los coordinadores de monumentos de cada municipio "pudieran comprender la importancia de estas piezas del Patrimonio Inmueble en aras de su protección, promoción y gestión". Sin embargo, el evento no sobrepasó los 20 asistentes.
En la gaceta Oficial de Cuba de septiembre 2023 quedó adscrita la Ley General de Protección al Patrimonio Cultural, cuyo Artículo 74 destaca que: "El Estado, para la protección al Patrimonio Cultural, es responsable de garantizar un sistema institucional especializado en la protección al Patrimonio Cultural a nivel nacional, provincial y municipal, rectorado por el Ministerio de Cultura a través del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, así como planificar los recursos económicos y financieros para los procesos de protección; además de prever en el Presupuesto del Estado las partidas destinadas a la protección.
Otra ley que queda sólo en papel, al menos, en lo que concierne a la obra, abandonada y mal tratada de Rolando López Dirube en Cuba.
Rolando López Dirube fue escultor, pintor, dibujante y grabador cubano. A sus ocho años quedó sordo, circunstancia que no lo detuvo en su búsqueda de la expresión artística.
Realizó sus primeros estudios en los años 1947-1948 en el Colegio de Arquitectos de la Habana. En 1950 estudió dibujo con George Grosz en el Centro Art Students League de Nueva York. Entre los años de 1950 a 1951 cursó estudios en el Art Workshop of Brooklyn Museum Art School, también de NY. En 1952 recibió lecciones de la Escuela Nacional de Artes Gráficas de Madrid.
Durante su actividad profesional fue profesor de varias Universidades y recibió distintos premios como reconocimiento a sus aportes en el área de las Bellas Artes.
Sus obras se encuentran bajo la firma Dirube.
El 23 de enero de 1997 falleció en San Juan de Puerto Rico un artista muy polifacético que realizó su obra en la región del Caribe, indica una nota de una revista especializada en arte de esos años, para referirse a la labor de Rolando López Dirube.