Cuba vive un fin de semana de largos apagones en gran parte del país
La demanda superó a la capacidad de generación, lo que provocó un gran déficit y cortes de electricidad que afectaron a gran parte del país.
Actualizado: December 9, 2024 7:40am
El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) de Cuba enfrenta una de las peores crisis de su historia, con apagones generalizados que afectan a millones de ciudadanos y revelan las profundas carencias de una infraestructura obsoleta y sobrecargada. La situación, que se ha intensificado en diciembre de 2024, combina problemas técnicos, falta de combustible y desafíos climáticos que han llevado a un déficit de generación eléctrica insostenible.
La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) reportó que el sábado 7 de diciembre a las 6:10 p.m. la demanda superó la capacidad de generación en 1,526 MW, marcando un pico crítico. Para el domingo, las cifras no mejoraron significativamente: con una disponibilidad estimada de 1,850 MW frente a una demanda de 3,050 MW, el déficit proyectado fue de 1,200 MW, lo que se tradujo en cortes de electricidad que afectaron a gran parte del país.
La falta de mantenimiento, sumada a una infraestructura envejecida, es una de las principales causas de esta crisis. Actualmente, importantes unidades generadoras están fuera de servicio, como las unidades 5 de la CTE Mariel, la 2 de la CTE Felton y la 6 de la CTE Renté, debido a averías. Además, otras plantas, incluidas las de Cienfuegos, Santa Cruz y Nuevitas, permanecen en mantenimiento.
La escasez de combustible agrava aún más el problema. Según la UNE, 56 centrales de generación distribuida están paralizadas, lo que representa una pérdida adicional de 309 MW. En Santiago de Cuba, dos motores de la patana también están fuera de operación por falta de recursos.
Aunque la UNE anunció la incorporación de 30 MW de la unidad 1 de Energás Jaruco y 80 MW adicionales de la unidad 6 de la misma planta, estas medidas resultan insuficientes frente a la demanda. Alfredo López Valdés, al frente de la empresa estatal, ha implementado apagones programados de hasta ocho horas diarias, aunque en algunas zonas rurales y suburbanas los cortes superan con creces este límite, según denuncias de ciudadanos en redes sociales.
El colapso del SEN el pasado 4 de diciembre, provocado por una falla en la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, es un recordatorio de la fragilidad del sistema eléctrico cubano. Este evento dejó a millones de personas sin electricidad y fue el tercero de su tipo en menos de dos meses.
Además de los problemas internos, la crisis energética cubana ha sido exacerbada por eventos climáticos recientes, como el huracán Rafael, que causó daños significativos en las líneas de transmisión y en la infraestructura de generación.
La interrupción constante del servicio eléctrico no solo afecta a los hogares, sino que también impacta negativamente en la ya debilitada economía cubana. Industrias, pequeños negocios y actividades agrícolas enfrentan serias dificultades para operar bajo estas condiciones. Asimismo, la falta de electricidad limita el acceso a servicios esenciales como la atención médica, el almacenamiento de alimentos y las telecomunicaciones.