Oficina del historiador de La Habana no entregó ni una de las viviendas programadas para 2024

La Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) reconoció esta semana que no ha podido cumplir con la entrega de las viviendas pactadas para 2024 en la capital. Según sus directivos, no han podido entregar "ni una de ellas". 

Johana Aedo Gutiérrez, directora de inversiones de la OHCH, lo declaró en el espacio oficialista la Mesa Redonda dedicado al 505 aniversario de La Habana, que fue transmitido esta semana en los medios cubanos.  

"No pudimos terminar viviendas este año. Estuvimos enfrascados en terminar varias obras hasta el nivel de obra civil, pero determinados recursos, que en ese proceso de reinversión no nos fue posible tener a mano, y además por una secuencia constructiva, no fue posible terminar estas viviendas. El próximo año nuestra oficina tiene un plan de terminación de aproximadamente 67 viviendas", aseguró Aedo. 

Perla Rosales, directora adjunta de la Oficina e hija del general castrista Ulises Rosales del Toro, agregó: 

"Este año, por primera vez, no pudimos entregar una nueva vivienda. Digo nueva porque sí hicimos rehabilitaciones, mejoramos viviendas, y trajimos a las viviendas de tránsito madres con más de cinco hijos, pero ese edificio nuevo que entregamos a los médicos, a la familia, este año fue imposible terminar".

En entrevista con el medio Rusia Today, meses atrás, la sucesora  del fallecido historiador Eusebio Leal declaró que la Oficina del Historiador recibe millones de dólares para obras humanitarias, entre ellas la construcción de viviendas.

"A pesar de las situaciones complejas con los financiamientos, la Oficina del Historiador tiene anualmente no menos de siete millones en moneda dura para proyectos sociales. Todos son con conceptos sociales comunitarios", destacó Rosales.

La revelación en agosto de la funcionaria, arquitecta de profesión, contrasta con el incumplimiento del plan de desarrollo de la OHCH, y el estado de deterioro de las viviendas en La Habana y principalmente de La Habana Vieja donde trabaja directamente la oficina y realiza la mayoría de sus obras.

A esto se suma el crítico estado de los inmuebles, acumulado durante décadas, que provoca frecuentes derrumbes, y los fenómenos naturales que en los últimos años han afectado la isla. 

El déficit de más de 850 000 viviendas, según cifras oficiales, resulta uno de los principales problemas sociales en Cuba. En la última sesión parlamentaria se confirmó que La Habana es la provincia en peor situación, debido al gran número de personas sin posibilidades de ver sus casas reconstruidas o iniciadas al final de este 2024. También trascendió que solo se encuentra en "buen estado técnico" el 65% de los más de cuatro millones de viviendas que existen en el país. 

El régimen cubano anunció que para el Plan de la Economía 2025 tiene previsto la terminación de 12 183 viviendas, cifra considerablemente inferior a las proyectadas en años anteriores. Esto contrasta con la decisión estatal de seguir construyendo hoteles, a pesar de la caída en el número de turistas que visitan la Isla. 

El negocio de la construcción y gestión de hoteles en Cuba se principalmente en manos del poderoso conglomerado militar GAESA, entidad sancionada por el gobierno de Estados Unidos, que funciona como un ente independiente, con total falta de transparencia y que ni siquiera puede ser auditada por la Controlaría General de la República de Cuba.

Desde 2016, GAESA absorbió a la compañía turística Habaguanex S.A., fundada y hasta ese momento en poder de la OHCH, de la que constitutía una de sus principales fuentes de obtención de divisas.