Chinito tiene oleja abierta en Cuba
Cuba, tiene experiencia en el espionaje, la miradera y la escuchadera, con el trabajo de los Comités de Defensa de la Revolución, CDR, y agradece que le instalen lo que sea, como cualquier país en bancarrota. Con unas libritas de arroz, la dictadura les instala lo que quieran, donde quieran y a la hora que quieran.
Actualizado: July 16, 2024 9:03pm
Se esperaba. Se veía venir. Se caía de la mata. En la Cuba de hoy todos tenemos realmente “un chino atrás”.
Mucha gente superficial afirma que los chinos ven poco, por el problema de sus ojos rasgados. Olvidan que los mira huecos y rascabucheadores utilizan a veces agujeros más incómodos y ven más, muchísimo más, que ciudadanos que van por la vida con los ojos bien abiertos y las órbitas desorbitadas. Ese es el engaño de los hijos del Yang Tsé. Yan tsé que me pueden argumentar que, de todos modos, el campo visual de los asiáticos es muy pobre.
Y tal vez tengan razón. Ellos ven el Río Amarillo, y a mí me parece que es de otro color. Pero entonces ¿por qué están conquistando el mundo lentamente? Un poquito hoy, dos arrocitos después, una corneta china más tarde. Tal vez es una táctica, quizás es una estrategia que marea a todo el mundo eso de entrecerrar los ojos y ponerse amarillos para que la gente piense que ya están maduros. Pero la realidad demuestra una cosa irrebatible: los chinos no verán bien, pero lo oyen todo.
Ese detalle simple ha desatado el escándalo. Un escándalo sobre bases chinas en Cuba que ellos niegan (en chino) y que los cubanos de la cúpula también niegan (en chino). The Wall Street Journal echó leña al fuego con notas como esta: "Lo que preocupa de las estaciones es que China aproveche la proximidad geográfica de Cuba con el sureste de EEUU para captar comunicaciones electrónicas confidenciales de bases militares estadounidenses".
¿Y si los chinos han puesto esas bases con el sano objetivo de aprender inglés? Los japoneses lo aprenden sin mucho esfuerzo y eso revienta a los descendientes de Mao. ¿Quién quita que, después de fabricar y vender artesanías y chucherías por todo el mundo, los chinos se aparezcan con un método rápido e infalible de aprendizaje del idioma inglés, con los acentos típicos de cada estado americano?
No todo es política en esta vida. También existen las hijoepuntadas, gente, países, gobiernos e, incluso, pueblos enteros cuya misión y deleite es hacerle la vida un yogurt a sus semejantes lejanos y cercanos. Y en el caso de la China Roja, que suena a virus o a enfermedad, y en verdad lo es, está el agregado de querer convertirse en el guapo del barrio y destronar a quien ha ejercido ese cargo hasta ahora en el mundo: los Estados Unidos de Norteamérica.
Pudieron haber instalado esas supuestas bases de espionaje en Canadá, que está igual de cerca a USA, pero Canadá es una tierra más fría y no necesita de la ayuda del gigante asiático. Por su parte, Cuba tiene experiencia en el espionaje, la miradera y la escuchadera, con el trabajo de los Comités de Defensa de la Revolución, CDR, y agradece que le instalen lo que sea, como cualquier país en bancarrota. Con unas libritas de arroz, la dictadura les instala lo que quieran, donde quieran y a la hora que quieran.
El único inconveniente que pudiera tener la isla de Cuba es la merma constante de personas que tiene. Nadie sabe si es que los cubanos mueren muy seguido o desaparecen porque se van. Pero debe ser esto último la explicación correcta, porque se esfuman y brotan luego poniéndole un parole al resto de la familia. Otro hándicap que tiene Cuba con respecto al espionaje es la frustrada Red Avispa. Por sus calles caminan todavía algunos de aquellos espías que guardaron prisión. Y todo el mundo sabe que un espía al que traban y apresan no es un espía confiable.
Algo de razón tienen los Estados Unidos cuando China y Cuba niegan que las instalaciones que han montado sean centros de espionaje. Cuando alguien dice no, es que sí, y quien no lo sabe es porque nunca se ha casado. Podrían decir que son emisoras de radio, para difundir en el Caribe la música latina y mezclarla con melodías chinas en un nuevo experimento. O centros de diagnóstico que ha solicitado la Seguridad del Estado para detectar a los cubanos que quisieran denunciar a los demás sin que los torturen.
Lo cierto es que, como dice la prensa internacional, esto es algo más gordo, y no están hablando del primer ministro Marrero. Las instalaciones del Wajay, en La Habana, por su parte, albergan "12 antenas de diversos tamaños y orientaciones, importantes instalaciones operativas y de apoyo, e incluso una pequeña granja solar”.
Aquí hay un par de datos sobre los que vale la pena detenerse: es curioso que Cuba quiera, a partir de ahora, crear granjas solares. Son para criar al sol, o fomentar la cría de pequeños solecitos, porque ya las termoeléctricas no dan más, y el gobierno de la isla ha orientado que el día dure 24 horas, para evitar el gasto eléctrico.
El otro dato que llama la atención es eso de “diversos tamaños y orientaciones”. Eso sí que debe molestarle al Partido Comunista, que piensa que la vida en el país tiene que vivirse según sus propias orientaciones.
Pero en cuanto a lo otro, me parece todo bien. Si los rusos quieren volver a enseñar su idioma, ¿por qué los chinos no pueden enseñar a los cubanos a escuchar y espiar en chino? Cuba entra de a lleno en el siglo XX (se aspira llegar pronto al XIX) con toda esta nueva tecnología, pues estas bases de escucha "pueden rastrear señales a una distancia de entre 3.000 y 8.000 millas náuticas". Y ahí Cuba sí que tiene experiencia, porque sus habitantes oían siempre, clandestinamente, la Dobliu y otras emisoras yumas, cosa que molestaba muchísimo al gobierno del Delirante en jefe, empeñado en acabar con “las actitudes elvispreslianas” de la población, que no quería sonarse sus discursos.
Yo sí creo que hay bases de espionaje chinas, y posiblemente pronto haya más, ocupando los terrenos que antes se utilizaban para sembrar viandas y vegetales y criar animales que alimentan. Ellos dicen que no, que no existen, que chinito no pone oleja en aparato pala jelingal a los Estalos Unilos. Según ellos, es una falsa acusación: la portavoz de la Cancillería china, Mao Ning, calificó todo como "un cuento".
¿Y dónde mejor instalar algo así que en Cuba, que ha vivido siempre del cuento?