Parroquia cubana brinda almuerzos comunitarios en medio de crisis alimentaria
Entre ambas iglesias se han ofrecido 15 almuerzos a 2683 personas.El religioso precisó que no cuentan con un presupuesto para ello, sino con donaciones “que puedan ir llegando y con mucha fe”.
Actualizado: December 4, 2024 1:18pm
La Parroquia Santa María de la Iglesia Episcopal brindó un almuerzo comunitario a 196 personas vulnerables, el pasado 1 de diciembre, en Santiago de Cuba, en medio de la crisis alimentaria que vive la isla.
Esta iniciativa se puso en práctica por vez primera el 14 de septiembre para la parroquia mencionada y la Misión Organizada San Pedro, ambas ubicadas en “barrios muy vulnerables” de la ciudad, contó a ADN Cuba el párroco Rodhin A. Colomar.
“La iniciativa surgió de la gran necesidad que hay. (...) Ante tanta hambre y necesidad, pedí mucho en la oración el modo de poder ayudar en algo tan necesario como la alimentación”, contó el religioso.
Justo en septiembre, Colomar recibió una donación en dólares para sus dos comunidades y decidió destinar parte del dinero a organizar almuerzos para las personas necesitadas.
Entre ambas iglesias se han ofrecido 15 almuerzos a 2683 personas. El religioso agregó que no cuentan con un presupuesto para ello, sino con donaciones “que puedan ir llegando y con mucha fe”.
La característica distintiva de este programa es su enfoque inclusivo: los almuerzos se ofrecen sin discriminación religiosa, beneficiando especialmente a personas ajenas a las comunidades eclesiales.
“Beneficiamos a toda persona que se acerque a recibirlo, sin preguntar si pertenece a alguna iglesia o no, no queremos una labor de ganar adeptos a base de jugar con la necesidad del prójimo.(...) Los parroquianos y miembros de la Misión, quienes también se benefician de los almuerzos, muchas veces han cedido sus platos a personas que han llegado tarde y no han alcanzado comida”, contó el párroco.
Sobre la ayuda que brindan dijo: “La falta de adecuada alimentación es apenas uno de tantos dolores que padecemos los cubanos, la lista es larga. Sabemos que esto apenas es una gota de agua en medio de un desierto, pero al menos estamos obrando como debemos, con lo poco que tenemos, sirviendo hasta donde podamos y un poco más”.
También han entregado ayudas puntuales en casas de fieles y personas de los barrios cercanos.
Sobre proyectos de este tipo liderados por religiosos cubanos, el director de proyectos de Food Monitor Program, Sergio Angel, contó a ADN Cuba que las ayudas de las iglesias se ven limitadas a pequeños grupos “por las condiciones objetivas de precariedad. Estas ayudas también muchas veces deben darse en secreto, esto específicamente para evitar que el gobierno ponga la vista sobre ellas”.
Aunque el régimen no es capaz de solucionar la crisis alimentaria, con frecuencia vigila y reprime a ciudadanos y organizaciones que realizan este tipo de labores humanitarias. Uno de los casos que generó gran atención ocurrió en 2021, cuando fuerzas represivas tendieron un cerco policial en torno a la sede de la Unión Patriótica de Cuba, en Santiago de Cuba, para impedir que la organización continuara con su labor de brindar alimentos y medicinas a personas necesitadas.
Más de dos decenas de miembros de ese grupo opositor iniciaron una huelga de hambre que se extendió por más de tres semanas en protesta por esos atropellos.
Programas de este tipo son un alivio para personas vulnerables que no han encontrado solución en las políticas del régimen.
A finales de 1998, la dictadura cubana creó el Sistema de Atención a la Familia (SAF), cuya finalidad era complementar la alimentación de personas de bajos ingresos.
Pero desde 2021 el número de personas atendidas en los SAF ha disminuido considerablemente. Para 2023 asistían a esos comedores solo unas 50 mil personas, a pesar de que la crisis alimentaria se intensificaba.
Además, la calidad de la comida en esos sitios es cada vez de peor calidad y más baja en nutrientes. Así lo confirma un artículo publicado por el periódico Invasor, que llama comida a panes con mayonesa, croqueta, jamón o jamonada.
A estos comedores estatales asisten, en su mayoría, ancianos. De acuerdo con un informe del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), los ancianos forman parte de uno de los sectores más pobres en el país.
Elaine Acosta, directora ejecutiva de Cuido60, explicó a ADN Cuba que, en medio de la actual crisis estructural, “este grupo demográfico, que crece significativamente, se enfrenta a niveles crecientes de maltrato y desamparo tanto en el ámbito familiar como en las instituciones” y señaló que el envejecimiento de los adultos mayores en Cuba es progresivo.