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Madre desesperada pide ayuda para salvarle la vida a su hijo, que necesita un trasplante de médula

El pequeño Harold necesita con urgencia un trasplante de médula ósea que, lamentablemente, no puede realizarse en Cuba

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Niño con cácer necesita ayuda
Captura de pantalla | El pequeño Harold

Actualizado: Sat, 03/30/2024 - 19:14

La historia de Harold David Vargas Cabrera, un niño de tan solo tres años, es una más de las que evidencian la crisis que vive el sistema de salud en Cuba.

Diagnosticado con leucemia mieloblástica aguda, una forma agresiva de cáncer de la sangre, el pequeño Harold necesita con urgencia un trasplante de médula ósea que, lamentablemente, no puede realizarse en Cuba debido a la falta de recursos.

Yulien Elena Cabrera Morell, la madre del pequeño ha compartido con CubaNet la cruda realidad que enfrenta. "Esta vez entró con más del 90% de blastos, que son las células del cáncer, cuyos blastos en una medida de 1-5 están en un 14 por encima del por ciento de lo normal", explica el especialista que atiende a Harold, resaltando la gravedad de su situación.

Después de haber recibido tratamiento de quimioterapia con resultados inicialmente favorables, Harold sufrió una recaída con un alto porcentaje de blastos, las células cancerosas que amenazan su vida. Actualmente se encuentra hospitalizado en la sala de Hematología del hospital Pediátrico de Camagüey, con un pronóstico reservado.

Ante esta situación desesperada, Yulien Elena no pierde la esperanza de encontrar una salida para su hijo. Con lágrimas en los ojos, suplica por una visa humanitaria que permita a Harold viajar a un país donde pueda recibir el trasplante de médula ósea que necesita de manera urgente.

"La lista de pacientes esperando un trasplante de médula es interminable en Cuba, y los recursos son escasos", lamenta la madre angustiada. "Es por ello que, en medio del dolor y la desesperación, espero encontrar un lugar donde puedan darle a mi hijo una segunda oportunidad en la vida".

La situación de Harold es crítica, y los médicos cubanos no pueden garantizar su supervivencia con los tratamientos actuales. Su única esperanza radica en la posibilidad de recibir un trasplante de médula ósea en un país con los recursos y la tecnología necesarios para llevar a cabo este procedimiento.