La Habana: Militares millonarios abren supermercado con todo tipo de alimentos que sólo se pueden pagar en dólares

En los bajos del Hotel Grand Muthu Habana, un nuevo y lujoso supermercado ha desatado la polémica en la sociedad cubana. Este establecimiento está operado por la cadena Tiendas Caribe bajo el conglomerado Cimex, que pertenece al grupo empresarial GAESA, controlado por la casta de militares millonarios que controlan la economía de la isla comunista.

Lo que ha capturado la atención no es solo la opulencia del local, sino las estrictas condiciones de pago: solo se aceptan dólares en efectivo, tarjetas internacionales como la rusa MIR y la china UnionPay, o las tarjetas Clásica emitidas por Cimex.

La inauguración del supermercado ocurrió sin un anuncio oficial, pero no pasó desapercibida gracias a las redes sociales. Kary Sánchez, una joven cubana que visitó el lugar, comentó en un video viral: “Aunque vean pocas personas, aquí viene un sector mínimo de la población, el que tiene economía para eso... Estas tiendas no están para el cubano de a pie, los que viven de un salario”.

Otro visitante, identificado como Victor G en YouTube, mostró estanterías repletas de productos, desde alimentos importados hasta artículos de higiene personal. Estas imágenes contrastan con las vacías vitrinas de las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC), que también forman parte del paisaje económico actual de la isla.

El salario mínimo en Cuba, de unos 2.100 pesos (aproximadamente siete dólares en el mercado informal), queda muy lejos de las posibilidades de compra en este tipo de establecimientos.

La apertura del supermercado, que también es parte de un centro comercial con varias tiendas privadas, subraya la creciente brecha entre quienes tienen acceso a moneda extranjera y el resto de la población.

Ulises Toirac, humorista y crítico del gobierno, describió la situación en redes sociales como una muestra de “desigualdad profunda”. “La brecha entre los desposeídos y los que tienen poder sigue incrementándose. Las injusticias sociales son cada vez más evidentes y profundas”, escribió Toirac en su página de Facebook.

La polémica también está vinculada a las recientes medidas gubernamentales que promueven la dolarización parcial de la economía como una estrategia para captar divisas.

Este proceso, parte de las reformas conocidas como el “ordenamiento”, iniciado hace cuatro años, ha intensificado la inflación, exacerbado la escasez de productos básicos y generado una incertidumbre generalizada entre la población.

El supermercado, ubicado en la concurrida esquina de 3ra y 70 en Miramar, parece pertenecer a un universo paralelo dentro de La Habana. Los visitantes describen la experiencia como surrealista. “Me parece que estoy en otro lugar, no me parece Cuba”, dijo Sánchez al recorrer los pasillos del local. Los precios y la variedad de productos, aunque tentadores, están fuera del alcance de la mayoría de los ciudadanos que dependen de remesas en dólares o euros para subsistir.