Seguridad del Estado presiona a madre de activista cubana Laritza Diversent

El Centro de información legal Cubalex denunció este miércoles otro incidente de acoso a la madre de su directora, la abogada y defensora de los derechos humanos Laritza Diversent, por parte de la policía política de Cuba.

“Los represores [de la Seguridad del Estado] llegaron hasta la vivienda de Maricelis Cambara, de 65 años para 'sugerirle' que hablara con su hija para que la abogada dejara de 'atacar la Revolución y hablar mal del país'”, publicó en redes Cubalex, una ONG que ofrece asesoría legal gratuita a activistas cubanos y otros grupos vulnerables.

“Además, le han pedido que comparta con ellos información sobre la dirección de Laritza en Estados Unidos y otros datos que ella conozca. A cambio, el Estado le ofrecería atención médica”.

Según Diversent, este miércoles fue “la tercera vez que el agente de la Seguridad del Estado que se hace llamar 'Eduardo' molesta a mi mamá. Asumo esta nueva visita como una amenaza a su integridad física y psicológica”.

La abogada señala que su madre “no es activista”, pero es acosada por el Estado cubano solo porque su hija es una defensora de derechos humanos. “Toda la violencia psicológica contra ella, una mujer mayor con discapacidad física y enferma, también es contra mí”, dijo Diversent.

“Cualquier cosa [que le suceda], incluso la falta de medicamentos para atender sus múltiples padecimientos, es responsabilidad de ustedes”, manifestó la jurista, dirigiéndose a las autoridades del régimen cubano.

Diversent, una abogada especialista en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario, fundó y dirigió durante 6 años en la isla la ONG Cubalex, hasta que la obligaron a refugiarse en Estados Unidos. La organización proporciona asesoría legal gratuita a perseguidos políticos y otros grupos de personas vulnerables en Cuba.

Su madre tiene una discapacidad física a consecuencia de  un accidente en la niñez. Maricelis Cambara no puede mover su pierna izquierda y padece dolores. En noviembre pasado, de acuerdo con CubaNet, los oficiales la presionaron para que acepte una cirugía que supuestamente mejorará su calidad de vida, a cambio de interferir en el trabajo de su hija.

“También le prometieron que cesarían las agresiones, mayormente verbales, que ha sufrido por parte de sus vecinos en los últimos años”, agregó entonces la periodista Claudia Padrón Cueto.

Por último, la Seguridad del Estado advirtió a la anciana que solo si Laritza Diversent deja su trabajo a favor de los derechos humanos, le permitirían reencontrarse con ella. El acoso del Ministerio del Interior cubano a Maricelis Cambara mereció la condena de Érika Guevara Rosas, directora en las Américas de la organización Amnistía Internacional.

En agosto de 202, la anciana también fue visitada por oficiales y “fue advertida que ella misma podía ser juzgada por el trabajo de su hija”, según Cubalex.

Además, la “amenazaron con interceptar a Laritza Diversent en Estados Unidos u otro país y llevarla hasta Cuba para juzgarla”.

“La labor de Cubalex me trasciende. Estoy para dirigir, pero no soy toda la organización (…) No voy a usar mi posición de liderazgo para hacer retroceder la organización por chantajes (…) Si yo mañana renuncio para que dejen a mi mamá en paz, Cubalex va a seguir existiendo y trabajando, que es lo que Cuba necesita”, ha dicho la abogada y activista.